Las llamadas compañías B se caracterizan por cumplir con“altos estándares de desempeño social y ambiental, con transparencia y rendición de cuentas, sin descuidar su rentabilidad económica. A la fecha, en el mercado peruano ya suman 50, de las cuales 4 se han incorporado este año. Y para el 2024 el número se engrosaría.
José Antonio Talledo, co-presidente de Sistemas B Perú, entidad que se encarga de certificar a estas empresas como B, ha entregado este sello a firmas como Natura, Siderperú, Textil del Valle, Campo Verde, MegaCentro, entre otras.
“Las compañías B han decidido, además de ganar dinero, contribuir al medio ambiente y a la comunidad. Si bien hay muchas que ya lo hacen, las B han dado un paso más y han pasado por un proceso de auditoría que certifican ello”, agregó.
Hacia el 2024, a las 50 empresas que hoy ostentan esta certificación se añadirán 20 firmas a esta categoría. Una característica de esta empresas es que emplean a más de 5,500 trabajadores a la fecha y sus ingresos totales suman más de US$ 1 billón.
Entre las metas que se esperan alcanzar esta la de realizar mayores acciones de difusión para que más empresas tomen la decisión de certificarse como Empresas B, que -en opinión de Talledo- le va a generar réditos no solos sociales sino también económicos, tomando en cuenta que la sostenibiliddad en su atributo que se valora cada vez más a la hora de cerrar negocios.
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Decisiones de impacto
A puertas de concluir el año, un reporte realizado por Sistemas B da cuenta de la fortaleza de la equidad de género. Por ejemplo, el 43% de las empresas peruanas con este certificado son lideradas por mujeres (21), mientras que el 50% de las personas que desempeñan un cargo gerencial son mujeres.
El ejecutivo reconoció que la cifra es baja, pero es mayor en relación a las compañías que no son B: solo 20% de estas son encabezadas por mujeres.
“Largamente las empresas B cumplen con la equidad, en comparación al panorama actual. Hacia el otro año este porcentaje va a avanzar, tomando en cuenta que el 2024 se van a certificar a más empresas y, a la par, las ya certificadas van tomando conciencia de ello. Hay una oportunidad de mejora”, explicó.
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Asimismo, el reporte indica que el 59% de empresas B abordan un problema social o económico de sus clientes y beneficiarios, lo que implica su compromiso para enfrentar una dificultad que afecte a sus stakeholders.
Si se toma en cuenta aquellas que no son B, este porcentaje llega a 15%. “Las empresas B llegan a integrarse con su cadena de valor y se involucran con ellas para resolver problemas”, detalló.
Igualmente, el 84% de empresas B realizan servicio comunitario pro bono, mientras que el 75%, tienen un modelo de negocio que generan beneficios a organizaciones civiles, proveedores o comunidades. “Muchas de ellas, las incluyen en sus procesos y cierran negocios con ellos”.
En relación con sus trabajadores, se destaca que 41% de estas tienen climas laborales inclusivos con políticas de igualdad y de no discriminación, hecho que no ocurre -acotó el gerente- en las empresas que no son B, ya que el porcentaje es menos de 20%.
“Las empresas B tienen interiorizada la paridad de oportunidades. Aunque falta mucho más por avanzar”, dijo.
El 88%, en cambio, ofrecen programas de seguros como atención médica y programas de bienestar a sus empleados.
En materia ambiental, el reporte señala que el 14% usan 100% de su energía de fuentes renovables, 56% tienen un programa formal para reducir la generación de residuos peligrosos y no peligrosos y el 63% monitorean y registran el consumo de agua.
Licenciada en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza con 20 años de experiencia profesional. Laboró en medios de comunicación como TV Perú y Perú21. También ejerció en gremios como la SNMPE y SNI. Desde el 2016, es parte del diario Gestión.