La reutilización es uno de los pilares del ecologismo y una práctica clave para el cuidado del medio ambiente, aunque también de la economía, como bien sabe Sébastien Morvan, cofundador de una cervecería que ha creado una bebida espirituosa a partir de la reutilización de la cerveza desperdiciada durante la pandemia del coronavirus.
Esta bebida, llamada “Smells like Brussels Spirit” (Huele al espíritu de Bruselas), ha sido creada a partir de más de 1,000 litros de cerveza que habían sido preparados para llenar los barriles de la capital belga, pero que finalmente no pudieron consumirse debido al cierre de los bares y restaurantes decretado el pasado 13 de marzo por el Gobierno para contener la expansión del COVID-19 en el país.
"La idea era dar una segunda vida a la cerveza que no había podido venderse en vez de tirarla a la basura, ya que las bebidas espirituosas tienen una vida útil mucho más larga", explicó Morvan, cuya empresa Brussels Beer Projec ya tiene experiencia en la reconversión y aprovechamiento de materiales, pues hace unos años se convirtió en la primera cervecería en convertir pan "viejo" en cerveza.
Esta vez, contactó con una serie de pubs que, tras examinar sus existencias, proporcionaron a Morvan barriles de cerveza que se habían quedado sin abrir debido a la pandemia y que, de otro modo, habrían sido destruidos.
El resultado de la reconversión es una bebida de 37 grados y medio, a medio camino entre la ginebra y el "pecket", un licor tradicional belga similar al aguardiente.
Esta bebida espirituosa está infusionada con flor de iris, emblema de la bandera de Bruselas, y unos toques de pimienta de java, piel de naranja, cilantro y cardamomo, que le dan "un carácter muy especial", en palabras de Morvan.
"Estamos muy contentos, nunca habíamos hecho una bebida espirituosa, pero el resultado ha sido muy bueno", aseguró el joven empresario belga, quien reconoció que durante el confinamiento su empresa lo ha pasado "realmente mal".
Según sus cálculos, Brussels Beer Project perdió alrededor del 40% de su volumen de venta, que no pudieron recuperar ni con la creación de una tienda en línea.
Según datos de la federación belga de cerveceros, en el último año, las 340 cervecerías existentes en Bélgica produjeron 1,500 cervezas diferentes, invirtiendo más de 330 millones de euros.
El sector da empleo a más de 50,000 personas y su contribución a la economía belga asciende a 4,000 millones de euros, representando el 1% del PBI.
En el 2019, se elaboraron más de 25′000,000 hectolitros de cerveza, de los cuales más del 70% se destinaron a la exportación; un dato que convirtió a Bélgica en el mayor exportador de cerveza de Europa por segundo año consecutivo, por delante de Alemania, según los datos de la Asociación de Cerveceros de Europa.
"Ahora estamos de vuelta en el juego", celebró Morvan, cuya empresa "está haciendo más cerveza que nunca" porque la gente "está mostrando mucho interés en la cerveza local", en sus palabras.
Según explicó el joven empresario, junio ha sido un mes "fantástico" para negocios como el suyo, aunque también para los bares y restaurantes, que en Bélgica iniciaron su reapertura el pasado 8 de junio.
"Eso ha sido una de las cosas positivas del coronavirus, los locales ya no dan por sentado que siempre tendrán sus bares y restaurantes disponibles, y están saliendo más", señaló Morvan.
De momento, Brussels Beer Project sólo comercializará 1,000 botellas de “Smells like Brussels Spirit”, que se podrán deleitar a partir del 9 de julio en las cervecerías que aportaron los barriles, aunque Morvan no descarta que, si tiene éxito, se elaboren más unidades.