El multimillonario Elon Musk subió al estrado este viernes en el juicio civil por fraude impulsado contra él por inversores de Tesla que lo acusan de pérdidas millonarias a raíz de un tuit que publicó en el 2018, y negó que haya una “relación causal” entre sus mensajes y el valor bursátil de la empresa.
El máximo ejecutivo de Tesla y nuevo propietario de Twitter testificó los últimos 30 minutos del cuarto día de juicio en San Francisco (California, Estados Unidos), principalmente defendiendo la utilidad de la red social para dirigirse a sus inversores y quitando peso al impacto de sus mensajes sobre la cotización de la empresa de automóviles.
Musk, que fue llamado a declarar este viernes por sus abogados, recordó un caso similar cuando en 2020, después de tuitear “El precio de las acciones de Tesla es demasiado alto”, la cotización cayó rápidamente pero antes del cierre de la sesión se había recuperado hasta superar el precio de la apertura, según CNN.
“La relación causal claramente no está ahí solo por un tuit”, agregó.
También le dio tiempo a opinar que, entre 2017 y 2019, Tesla se enfrentó a la presión de los vendedores en corto -que apuestan por la caída en bolsa de una empresa- y tachó sus prácticas como “malvadas” y facilitadoras de que “mala gente en Wall Street robe dinero a los pequeños inversores”, recoge Forbes.
En el juicio, que durará unas tres semanas y que prosigue el lunes con el testimonio de Musk, varios inversores buscan compensaciones por un polémico tuit de 2018 en el que el acusado dijo que había reunido fondos para sacar a la empresa de la bolsa, algo que nunca se materializó.
“Estoy considerando sacar a Tesla de bolsa a 420 dólares. Financiación asegurada”, decía el mensaje, en el que Musk hacía referencia al precio por acción que podía ofrecer en la operación y que habría supuesto una valoración de la empresa en unos US$ 72,000 millones.
Los demandantes acusan a Musk de mentir sobre esa supuesta financiación y aseguran que el mensaje provocó oscilaciones en la cotización de Tesla que les costaron miles de millones de dólares.
La defensa del empresario ha argumentado que su intención no era engañar a nadie, sino ofrecer la máxima transparencia, si bien reconoce que se comunicó de forma apresurada y eligió las palabras equivocadas.
No obstante, Musk y Tesla -que también está acusada- parten en desventaja, pues el juez encargado del caso, Edward Chen, ya consideró probado el año pasado que el tuit en cuestión y otros que publicó después eran “falsos y engañosos”.
Además, ya en 2018 Musk fue acusado por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) de fraude por su publicación en Twitter y el empresario aceptó como sanción una multa de 20 millones de dólares y dejar al menos por tres años de ser presidente del consejo de administración de la compañía, aunque continuó siendo su consejero delegado.