Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez figuraría como una de las personas más preocupadas por la inminente elección del primer líder de izquierda en la historia moderna de Colombia. Sarmiento supervisa la operación bancaria más grande del país, Grupo Aval, y una fortuna familiar de US$ 7,000 millones que se ubica entre una de las mayores de toda América Latina.
Pero Sarmiento, al menos públicamente, muestra poca preocupación por el resultado de las elecciones de este mes.
El aumento vertiginoso de las exportaciones de productos básicos está convirtiendo a Colombia en la economía grande de más rápido crecimiento en América, lo que, señala, tendrá un efecto moderador en las políticas de quien quiera que asuma la presidencia en agosto.
Es más, dice, ambos candidatos —Gustavo Petro, que en su campaña ha prometido poner fin a las exportaciones de petróleo y carbón de Colombia, y su rival conservador Federico “Fico” Gutiérrez— son políticos inteligentes y experimentados que saben que no les conviene alterar la economía.
“La economía está creciendo y todo el mundo lidera este crecimiento, independientemente de lo que digan”, señaló Sarmiento, de 60 años, en una entrevista de una hora. “Entonces creo que mientras eso siga sucediendo, veremos más o menos lo mismo que está sucediendo hoy”.
En este momento, Sarmiento también ve una expansión en auge en todos los ámbitos en Aval, en su negocio tradicional de créditos bancarios, así como en sus inversiones en infraestructura y agricultura.
“El crecimiento de los préstamos está funcionando muy bien. El negocio del turismo, los hoteles están de vuelta”, sostuvo Sarmiento, quien asumió el cargo de presidente ejecutivo en el 2000. “También la agroindustria, que es el otro negocio que tenemos, está recibiendo un gran impulso por el hecho de que una gran parte de la inflación es la inflación de los alimentos”.
Aval tiene inversiones en aceite de soja, ganado, pesca y caucho, dijo.
Este año, la economía de Colombia crecerá 5.8%, más del doble del promedio regional de 2.5%, según el Fondo Monetario Internacional. En el primer trimestre, el producto interno bruto se expandió un 8.5% con respecto al mismo lapso del año pasado, mientras que las ventas minoristas y la fabricación de marzo superaron las estimaciones por amplios márgenes, con alzas de aproximadamente un 12% cada una.
Colombia acude a las urnas este mes después de que sus vecinos andinos Perú y Chile eligieran líderes de izquierda en el 2021. Si bien esos cambios políticos generaron ansiedad e incertidumbre en los inversionistas, los nuevos mandatarios han evitado, en gran medida, cambios radicales de política.
Imperio aval
El imperio Aval, iniciado por el padre de Sarmiento a principios de la década de 1970, ahora incluye al Banco de Bogotá, el tercer banco más grande de Colombia en términos de activos; Porvenir, la mayor administradora colombiana de fondos de pensiones; el holding de inversiones Corficolombiana; y una corredora.
Sarmiento, cuya carrera comenzó con períodos en Procter & Gamble Co. y First Bank of the Americas en Nueva York después de obtener un MBA en la Universidad de Cornell, habló antes del evento Bloomberg New Economy Gateway Latin America en Panamá, de cuyo consejo asesor es miembro.
Este año, los accionistas de Aval aprobaron la escisión de BAC Holding International, una empresa registrada en Panamá que servirá como holding de BAC Credomatic Inc., uno de los bancos privados más grandes de Centroamérica. Si bien los activos ahora cotizan al alza como entidades separadas, el mercado aún subestima su valor, dijo.
Por más optimista que sonara Sarmiento sobre la economía colombiana, hay muchos riesgos para un país que aún se está recuperando del colapso provocado por la pandemia.
El alza de los precios de los productos básicos y el aumento del consumo podrían estar impulsando un auge en el crecimiento, pero también están provocando un aumento en los precios al consumidor similar a los observados en otros lugares. La inflación anual llegó a un 9.2%, un máximo de dos décadas, lo que obligó al banco central a elevar agresivamente las tasas de interés.
La economía se desacelerará en algún momento, pero las exportaciones de productos básicos y los negocios regulados como la distribución de gas deberían mantenerse; sin embargo, cualquier negocio que dependa de las importaciones se verá afectado, indicó Sarmiento.
“A los minoristas les está yendo espectacularmente bien, pero hay que tener cierta precaución porque la fiesta no va a durar para siempre. Todo lo que dependa de las importaciones se verá muy afectado. No veo que el tipo de cambio realmente vuelva a bajar mucho y las materias primas en todo el mundo se están disparando”, dijo. “Hay que mirar industria por industria y algunas se verán afectadas negativamente”.