Si bien Perú introdujo el concepto de “generación distribuida” el 2006, aun no se reglamenta este modelo de distribución de energía generada “in situ” para zonas sin grandes redes de transmisión. No obstante, las empresas ya se han ido adelantando.
Así, mientras dicha forma de suministro eléctrico ya tiene una normativa en más de 15 países de América Latina en un preámbulo a las “redes inteligentes”, Seal avanza con dos proyectos pilotos de paneles solares para autoconsumo en el sur peruano.
En tanto, espera concretar acuerdos con centrales solares en el segundo semestre, a fin de incorporarlas a su red de distribución y atender la zona de influencia. Bajo este formato, el excedente de generación se deriva al sistema nacional.
“La primera etapa que abordaremos en ‘generación distribuida’ va a abarcar 6% de nuestra demanda vía ese sistema”, comentó Paul Rodríguez, gerente general de dicha empresa, durante el Perú Energía Sur.
Proyectos
Por su parte, Fredy Gonzales, gerente general de Electro Sur Este, afirmó que la generación distribuida no es un concepto nuevo. En su zona de concesión (regiones del sureste), administra ocho centrales hidroeléctricas conectadas a su red.
Ahora, trabaja por automatizar el control, implementar medidores inteligentes y otras acciones. Sin embargo, consideró importante tener una normativa.
“Contar con generación distribuida nos permitirá postergar inversión en transmisión o reforzamiento de redes. Es tomar ventaja para fortalecer alianzas estratégicas con inversores. Estamos explorando convenios y contratos”, sostuvo.
En tanto, Arturo Vásquez, presidente del Grupo Distriluz, también reconoció que dicho sistema se ha establecido de forma espontánea, ante la falta de una regulación detallada. En su caso, gestionan 14 centrales hidroeléctricas por 40 MW en total.
Asimismo, mencionó que vienen adquiriendo energía de proveedores vía contratos.
La tercerización
En otro momento, también conversaron sobre el impacto de la eliminación parcial de la tercerización, a partir de fines de agosto próximo. Para Paul Rodríguez, la medida afecta al sector porque muchos de los servicios son tercerizados.
Así, no solo se incrementará la planilla al incorporar a personal vinculado a actividades nucleares, sino que los contratos vigentes con empresas se ponen en riesgo.
En tanto, Fredy Gonzales adelantó que, en forma conjunta, las empresas solicitarán la revisión de dicha disposición del Ministerio del Trabajo y buscarán la postergación hasta tener aspectos más definidos. “Lo más crítico es que quien confirmará si una actividad es nuclear o no es la Sunafil”, anotó.