Por Tara Lachapelle
Disney+ y otras nuevas aplicaciones de streaming de TV están comenzando a acercarse peligrosamente a Netflix Inc.
Si bien eso significa que Netflix tendrá aún más dificultades para atraer a nuevos usuarios, las firmas que imitan su servicio de streaming no están dando a los suscriptores razones suficientes para cancelar el servicio ya consagrado.
Por primera vez, Netflix tiene una competencia seria, y los resultados del cuarto trimestre informados el martes ofrecieron un primer vistazo de cómo podría ser eso. Cuando Walt Disney Co. se unió a la guerra del streaming en noviembre, entró arrasando con todo, logrando 10 millones de suscripciones para Disney+ solo en su primer día, muchos de ellos ansiosos por ver la nueva serie de “Star Wars” llamada "El Mandaloriano”.
Se estima que el servicio, que cuesta cerca de la mitad que Netflix, ha duplicado con creces su base de clientes desde entonces. Ese mismo mes, Apple Inc. lanzó Apple TV+, con su propia serie insignia “The Morning Show”, que tiene un reparto estelar encabezado por Jennifer Aniston y Reese Witherspoon. Mientras tanto, 548,000 personas en Norteamérica se suscribieron a Netflix durante el período, lo que puede ser tanto una gran hazaña como una señal premonitoria, dependiendo de cómo se vea.
A medida que la avalancha de nuevos servicios inevitablemente desvía la atención de los espectadores, Netflix proyecta una mayor rotación en el primer trimestre del 2020. Eso se ve reflejado en su proyección de 7 millones de nuevos clientes netos pagos en todo el mundo, por debajo de las estimaciones ya bajas que habían hecho los analistas de Wall Street. El siguiente paso es el lanzamiento en abril del servicio gratuito Peacock, de Comcast Corp., auspiciado por anuncios publicitarios, seguido por HBO Max, de AT&T Inc., en mayo.
Ninguno de los nuevos servicios parece un verdadero sustituto de Netflix; carecen de amplitud, lo que hace que la suscripción mensual de US$ 13 de Netflix parezca más conveniente que estar restringido a “Star Wars” y al contenido infantil y de Marvel que ofrece Disney por US$ 7 al mes, o la biblioteca minimalista de Apple por US$ 5. HBO Max cobrará US$ 15, lo que probablemente limitará su atractivo a aquellos que ya pagaban ese precio por el canal regular de HBO.
Es poco probable que una avalancha de suscriptores de Netflix cancele de forma permanente el servicio, pero sí es probable que la mera presencia de la competencia limite la capacidad de Netflix de aumentar los precios y generar una tasa de rotación más volátil, lo que es negativo para los tenedores de acciones extremadamente caras de un negocio respaldado por deuda basura. Netflix gastó US$ 3,300 millones de efectivo en el 2019 y espera llegar a los US$ 2,500 millones este año.
Por supuesto, Netflix está creciendo rápidamente en los mercados internacionales, donde tiene una ventaja sobre sus rivales. Y sus inversiones en contenido, para lo que incurrió en deudas, han tenido éxito. La compañía dijo que “The Witcher”, una nueva serie inspirada en un videojuego basado en un libro, fue su programa más popular en su primera temporada, con una audiencia de 76 millones de personas en las primeras cuatro semanas.
Netflix también obtuvo docenas de nominaciones en esta temporada de premios por éxitos como la película de gángsters de Martin Scorcese “El Irlandés”. La pérdida de populares programas clásicos como “Friends” y “The Office” a manos de rivales como WarnerMedia, de AT&T, y NBCUniversal, de Comcast, que reclamaron los derechos, no altera la opinión de que Netflix siempre tiene algo para ver.
La mayor amenaza de Netflix sigue siendo la que siempre ha sido: su propia deuda, cada vez mayor, sus obligaciones de contenido y el precio de sus acciones, que es injustificadamente elevado.