En los últimos años, se han revelado diversos casos de corrupción que han remecido al país y que han involucrado, además de autoridades, al sector privado. Según la Contraloría General de la República, solo en el 2020, el Perú perdió S/ 22,059 millones por corrupción e inconductas, entre las que destacaría el soborno como una las más habituales.
En esa línea, y como parte del interés de las empresas por establecer mejores controles internos y prevenir los sobornos empresariales, las organizaciones privadas apuestan por implementar Sistemas de Gestión Antisoborno (SGA). En ese sentido, Nino Boggio, gerente central de Legal, Regulatoria y Relaciones Institucionales de Entel, comparte algunos puntos a considerar a la hora de implementar un SGA:
- Un SGA deber ser transversal a la organización: las políticas deberían ser creadas con miras a que todas las áreas de la empresa puedan aplicarlas en cada uno de sus procesos, sin importar las funciones que se desarrollen.
- Debe contar con una estrategia de comunicación interna: para que los lineamientos sean interiorizados por los colaboradores y colaboradoras, es importante reforzar su difusión con actividades, materiales informativos y capacitaciones continuas.
- Es necesario un respaldo físico: es necesario dejar por escrito todas las políticas, lineamientos, ejemplos, entre otros elementos, para que los trabajadores y trabajadoras puedan recurrir a dichos materiales y así repasar y recordar la información. Es ideal optar por un manual o protocolo.
- La implementación de un SGA debe ser iniciado y liderado por la alta dirección: un sistema de esta envergadura, transversal a todas las áreas y procesos de la empresa, debe tener un buen respaldo, por lo que la gerencia deber esta involucrada desde el día uno.
- El objetivo final es una cultura ética organizacional: el propósito de los sistemas de prevención del delito o específicamente sistema de gestión antisoborno debe ser convertirse en el ADN de la empresa.