
¿Cómo avanza la cartera de proyectos de energías renovables no convencionales de casi 1,200 megavatios (MW) de la Compañía Eléctrica El Platanal (Celepsa), que suma 15 años de operaciones en Perú? En diálogo con Gestión, su gerente general, Eduardo Rivas, detalla el estado de estos proyectos y explica otros frentes en los que está enfocada la empresa del Grupo Unacem, como la búsqueda de mayor valor en sus activos existentes.
Celepsa participa en el segmento de generación, con tres centrales hidroeléctricas y una termoeléctrica, incorporada tras la compra de Termochilca, que ha sido este año modernizado para incrementar su capacidad.
¿Cómo avanza el portafolio de proyectos greenfield que suma cerca de 1,200 MW? El más conocido es la central solar fotovoltaica Solimana, que recientemente obtuvo autorización para el estudio de factibilidad
Sí. El proyecto Solimana (Arequipa), que es el primero en salir de ese pipeline, avanza en términos de permisos. Estamos en las últimas fases de obtención de servidumbres para la línea de transmisión. Este proyecto debería entrar en un ciclo de aprobaciones internas en Celepsa y en el Grupo Unacem, de manera que podamos tomar una decisión de construcción durante el próximo año.
Entonces, ¿están a la espera de la aprobación de su directorio para pasar a la etapa de construcción??
Exactamente. El próximo año deberíamos completar todas las etapas de búsqueda de financiamiento y cerrar el due diligence financiero del proyecto. También deberíamos concluir toda la permisología pendiente, asociada principalmente a la línea de transmisión, que es lo último que falta. A partir de allí, el proyecto ingresará en una fase interna de aprobaciones.
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¿Cuándo estiman que podría iniciar la construcción? Porque entiendo que buscan que la operación comercial se concrete hacia mediados de 2027
Actualmente proyectamos que, si se aprueba su construcción, el proyecto entre en operación a mediados de 2028. Es el estimado que manejamos en este momento. Todavía no tenemos un fecha concreta para el inicio de obras, ya que falta la aprobación final.
Para el proyecto Solimana se estimaba una inversión global cercana a los US$ 190 millones. ¿Ese monto se mantiene o será reevaluado el próximo año?
Ese monto se mantiene aproximadamente en su totalidad. Incluye tanto el parque solar fotovoltaico como la línea de transmisión, que abarca alrededor de 32 kilómetros. Este es el proyecto principal que debe recibir aprobación del grupo para iniciar construcción.
Además de Solimana, otro proyecto que forma parte del joint venture con Ecorer (subsidiaria de Celepsa) es La Quebrada 2 (eólico), que hasta 2024 estaba en una etapa temprana.
Efectivamente, estamos avanzando junto a Ecorer en dos proyectos: Solimana y La Quebrada 2. Además, tenemos considerados varios proyectos propios de Celepsa, cuyos nombres preferimos no detallar para no comprometer las zonas geográficas ni las permisologías, ya que buscamos llegar primero a determinadas áreas. Sin entrar en nombres, hoy nuestro foco está en el sur, especialmente en la región de Arequipa, para consolidar un pipeline sólido en energía solar.
¿También están explorando proyectos eólicos?
Sí, tenemos un enfoque importante en el desarrollo eólico en el sur del país y también estamos evaluando oportunidades en el norte para proyectos de esta misma tecnología.
Ese pipeline, en detalle, ¿cuántos proyectos incluye y cuál es el estimado de inversión?
El pipeline suma alrededor de 1,200 MW de capacidad instalada en distintas tecnologías. El monto de inversión es variable y preferimos no dar una cifra específica, ya que, como ocurre en cualquier portafolio greenfield, de los 10 proyectos que tenemos en carpeta, solo un número menor llega realmente a ejecutarse.
Hoy el proyecto con mayor certeza de avanzar es Solimana de 250 MW, que pasaría a formar parte de la plataforma hidrotérmica de Celepsa y complementaría la oferta de energía para nuestros clientes. Este crecimiento, además, está muy alineado con el desarrollo de nuestro pipeline y con la expansión de nuestras operaciones actuales.
En ese grupo de proyectos prácticamente abarcamos todas las tecnologías. Tenemos proyectos solares, Solimana no es el único, proyectos eólicos como La Quebrada 2, y también pequeños proyectos hidroeléctricos de alrededor de 50 MW que complementan el pipeline. Nuestro ADN es muy hidroeléctrico, y eso se refleja en que nuestra cartera de proyectos mantiene un componente importante de generación renovable.
Incluso recientemente obtuvieron luz verde para el proyecto eólico Sacaco (Arequipa), con estudios de factibilidad aprobados por 24 meses
Así es. Sacaco también forma parte de nuestro pipeline de proyectos renovables. La Quebrada 2 está en la fase final de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que esperamos se apruebe este año. La Quebrada 1, otro proyecto eólico, está en etapa de monitoreo ambiental, como parte de la elaboración de su EIA. Además de Sacaco, hemos iniciado estudios de línea base para otros proyectos hidroeléctricos en distintas zonas del país, cuyos nombres preferimos no revelar por el momento.
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Búsqueda de valor de las operaciones actuales
¿En qué etapa se encuentra Celepsa en Perú?
Estamos en un proceso de búsqueda de creación de valor con nuestras operaciones existentes. El 2024 fue un año muy positivo, ya que logramos un EBITDA histórico de US$ 64 millones, un 48% más que en 2023. Ese impulso se ha mantenido en 2025. Al cierre del segundo trimestre, registramos un incremento en ventas de 17% frente al mismo periodo de 2024 y un EBITDA acumulado de US$ 36.1 millones, lo que representa un crecimiento superior al 20% respecto al año anterior.
Esto significa que, con los recursos y activos que tenemos hoy, la compañía está en una fase de expansión que se verá aún más fortalecida por el crecimiento de nuestro pipeline de proyectos.
¿Qué implica esa búsqueda de creación de valor de las operaciones actuales?
Significa llevar nuestra plataforma actual y nuestros activos a su máximo potencial económico. Este esfuerzo abarca distintas aristas, no solo la operativa, sino también la comercial.
En el frente operativo, uno de los hitos fue la adquisición de la termoeléctrica Termochilca en 2023. Este año hemos ejecutado un proyecto de modernización de su turbina de gas, el corazón de la central, con una inversión de US$ 14.7 millones. Esta mejora permitió incrementar en 18 MW su capacidad de generación y optimizar su consumo específico de combustible, logrando una mayor eficiencia. Hoy contamos con una central Santo Domingo de los Olleros (Termochilca) más moderna, con tecnología de punta y operando cerca de su máximo potencial.
¿Y en el frente comercial?
Estamos llevando al máximo nuestra capacidad de comercialización de energía. Esto no solo incluye la generación de nuestras operaciones, sino también la compra y venta de energía de terceros. Este año firmamos un contrato de largo plazo (15 años) con Zelestra, dedicada al desarrollo de proyectos solares, para la compra de 450 GWh/año.
Este contrato equivale a la producción de una central solar de 200 MW y nos permitirá complementar nuestra oferta de energía para clientes, asegurando suministro 24/7.
Además del contrato con Zelestra, ¿están evaluando acuerdos similares con otros actores del sector renovable?
Desde el punto de vista comercial, continuamos desarrollando nuestro negocio de trading de energía para complementar las variables del mercado. Tenemos algunos acuerdos en negociación para la compra y venta de energía, aunque por ahora permanecen en ámbito confidencial.
¿Y sobre Zelestra? ¿Hay novedades en ese desarrollo solar?
Están avanzando en el proceso de permisos y, según el cronograma, el próximo mes deberían hacer pública la información del nombre del proyecto. Esto será en octubre.
En 2023 fue noticia la compra de Termochilca por su envergadura. ¿Están considerando nuevas adquisiciones? El año pasado usted mencionó que siempre están evaluando el mercado, ¿hay algo concreto en este momento?
Siempre estamos explorando oportunidades. Sin embargo, no tenemos un mandato específico del Grupo Unacem para buscar activamente adquisiciones como parte de una estrategia de crecimiento. Lo que hacemos es monitorear el mercado, evaluar operaciones o proyectos que puedan encajar con nuestra proyección de crecimiento, pero sin un encargo formal. Estamos atentos a las oportunidades que puedan surgir y, al mismo tiempo, a los riesgos que estas puedan representar, tal como lo haría cualquier operador responsable.

¿Esa exploración incluye proyectos fuera de Perú?
Hoy nuestro foco está en Perú. Creemos que a futuro Celepsa podría dar el paso hacia la internacionalización, pero aún no es el momento. El país todavía tiene un gran potencial por desarrollar, y nuestro compromiso está en contribuir a ese crecimiento. La transición energética está marcando el camino, lo vemos en el aumento de permisos y proyectos nuevos, principalmente solares y eólicos.
Estamos viviendo un despegue de las energías renovables similar al que experimentó Chile hace 15 o 20 años, o California hace 25 años. Creemos que es un momento muy interesante y que hay mucho valor en seguir apostando por el mercado local.
Cuando habla de una internacionalización a futuro, ¿se refieren a un horizonte de cinco, diez o veinte años?
Eso dependerá de los avances que logremos en Perú. En la medida en que podamos alcanzar ciertas metas y resultados relevantes en el país, tendremos la base para explorar oportunidades fuera. Pero, como dije, hoy nuestro foco está puesto en Perú.
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Crecimiento de Celepsa al cierre de año
¿Cuál es la expectativa para el cierre del año?
El crecimiento esperado para el año está en línea con los resultados de 2024. Este desempeño responde a una mayor comercialización, mayor eficiencia operativa y a las oportunidades que estamos aprovechando en el mercado.
Miramos con optimismo también el 2026, ya que ese año iniciaremos el suministro del contrato adjudicado en 2024 con la minera Antapaccay, el más grande en la historia de la compañía.
¿Cuál es la magnitud de ese contrato? Y de cara al futuro, ¿seguirán participando en licitaciones para el sector minero?
El contrato con Antapaccay representa algo más de 1,000 GWh al año de energía 100% verde, respaldada con certificados I-REC. Para cumplir con esto, certificamos nuestras operaciones y ya estamos entregando este tipo de certificados a clientes actuales, lo que garantiza que la energía proviene de fuentes renovables.
Nuestro foco de crecimiento futuro está claramente ligado a adjudicarnos nuevos contratos de suministro, tanto de proyectos nuevos como de operaciones mineras existentes. Por eso participamos activamente en espacios como Perumin, que se celebrará en unos días, donde queremos tener un rol protagónico y mostrar a los clientes los beneficios de sumarse a nuestra propuesta de suministro energético.
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Licenciada en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza con 20 años de experiencia profesional. Laboró en medios de comunicación como TV Perú y Perú21. También ejerció en gremios como la SNMPE y SNI. Desde el 2016, es parte del diario Gestión.







