
El Grupo Gloria decidió desprenderse de su participación en Cementos Bío Bío (CBB), a través de su filial Yura Chile, que aceptó la Oferta Pública de Adquisición (OPA) lanzada por la belga Carmeuse Holding por la totalidad de las acciones de la cementera chilena. La transacción representa la venta de cerca del 20% de los títulos que poseía el conglomerado peruano, en el marco de una reevaluación de su estrategia de desarrollo en Chile. Pero ¿qué llevó a la empresa peruana a salir del vecino del sur? Más aún, cuando a fines del 2024 pugno por duplicar su participación en la cementera.
La historia se remonta a marzo de este año cuando Cementos Bío Bío atrajo la atención de Carmeuse, gigante belga de la industria de la cal y los derivados de la piedra caliza. Así, la empresa belga inicia gestiones formales mediante una carta de intención no vinculante dirigida a los accionistas controladores (las familias Briones, Rozas y Stein con el 64.57% de acciones)
En mayo, Carmeuse eleva la propuesta a los controladores, manifestando su intención de comprar la compañía por medio de una Oferta Pública de Adquisición (OPA) y se otorga un plazo para responder.
En julio, el grupo controlador de Cementos Bío Bío, aceptó los términos de la oferta de Carmeuse.
Así, la OPA fue lanzada el 13 de agosto de 2025, con un precio de US$1,91127 por acción, lo que valoró a CBB en aproximadamente US$505 millones.
En este punto, cabe precisar que en noviembre de 2024, cuando Gloria intentó duplicar su participación en la cementera chilena - también a través de una OPA - la valorización de la empresa fue de US$ 250 millones.
La operación requería la aceptación, de al menos el 66,67% del capital social para ser considerada exitosa; la OPA logró una aceptación de más del 90% de las acciones ofertadas, incluyendo la participación de la peruana Yura, que tenía aproximadamente un 20% de la propiedad.
De acuerdo con la Bolsa de Comercio de Santiago, a pocas horas de finalizar el plazo de la oferta, Carmeuse ya había asegurado la aceptación del 90.21% de los títulos ofrecidos, equivalentes a 238.361.518 acciones, cifra que superó ampliamente el mínimo exigido de 176.156.141 papeles (66.67% del total) para que la operación fuera declarada exitosa.
Para Carmeuse, la adquisición de CBB representa una oportunidad estratégica para reforzar su portafolio de insumos clave para la transición energética, ya que la cal es utilizada en el procesamiento de minerales esenciales como litio, níquel y cobalto, empleados en baterías para vehículos eléctricos y almacenamiento energético.
Por su parte, el Grupo Gloria explicó que la desinversión responde a su interés en fortalecer el negocio de la cal y proyectos vinculados a la sostenibilidad, lo que explica la decisión de salir del mercado cementero chileno y concentrar sus esfuerzos en otras operaciones estratégicas dentro de la región.

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¿Qué llevó a los controladores de Bío Bío a vender a Carmeuse?
Carmeuse, fundada en 1860 en Lieja, se ha expandido a lo largo de Europa, América, África y Asia, convirtiéndose en uno de los principales referentes globales en soluciones basadas en carbonato de calcio.
Actualmente opera en más de 90 países y sus productos se utilizan en procesos industriales estratégicos: desde la purificación de agua y gases, hasta la estabilización de suelos y la producción de acero, papel y vidrio. La empresa también desarrolla soluciones para capturar CO₂ y contribuir a la descarbonización de industrias intensivas en energía.
En base a ello, contaba con todo el respaldo como negocio para entrar al capital de Bío Bío. Pero ¿qué motivo a las familias controladoras a desprenderse de sus acciones?
Según información de La Tercera de Chile y del Diario Financiero, la conjunción de factores de mercado, presión competitiva y una oferta significativa por parte de Carmeuse, además de cambios en su estrategia patrimonial, motivaron la decisión.
Cabe precisar que las familias históricas de la empresa venían desarmando pactos de accionistas desde 2019 para facilitar futuras ventas o reorganizaciones patrimoniales, y algunos miembros ya habían vendido sus participaciones en años previos.
El acuerdo de venta responde a una evolución natural en la gestión de sus inversiones familiares.
Asimismo, y no menos importante, es que Cementos Bío Bío enfrenta la necesidad de grandes inversiones para modernizar su negocio y alinearse con las tendencias internacionales, como la demanda de cal para energías limpias y procesamiento de litio, un sector donde Carmeuse tiene fuerte experiencia internacional.
EL DATO:
Carmeuse planea mantener y desarrollar el negocio, pero evalúa sacar la empresa de laBolsa de Santiagodependiendo del control accionarial conseguido








