Los consejos de administración de CaixaBank y Bankia aprobaron la fusión entre las dos entidades para crear el primer banco de España, que sumará unos activos de 664,027 millones de euros, mantendrá su sede en Valencia (este) y estará comandada por el tándem formado por Gonzalo Gortázar y José Ignacio Goirigolzarri.
El nuevo banco, que utilizará como única marca de la CaixaBank, será además el décimo de Europa por sus dimensiones.
Tal como estaba previsto, los consejos se han reunido esta tarde y han avalado iniciar el proceso de fusión entre ambas entidades, explicaron fuentes financieras, y mañana (viernes) está previsto que los directivos de ambas entidades den cuenta de los detalles del acuerdo en una rueda de prensa en Valencia.
No obstante, la fusión, cuya ecuación de canje aún no se ha dado a conocer, deberá recibir la autorización de los reguladores y también ser aprobada por las respectivas Juntas Generales de Accionistas de los dos bancos.
El camino hacia la fusión que ahora inician CaixaBank y Bankia supone el proceso de concentración de más calado en el sector bancario español en las últimas décadas y llega en un momento complicado para la banca por la baja rentabilidad de las entidades y la crisis del COVID-19, que hará aumentar la morosidad.
El gigante que surja de la fusión tendrá unos activos totales de 664,027 millones de euros, al sumar los 445,572 millones de CaixaBank y los 218,455 millones de Bankia, según las cuentas del primer semestre del año de ambas entidades.
La unión entre CaixaBank y Bankia deja el tablero bancario español formado por tres grandes piezas: la nueva entidad surgida de dicha fusión, que mantendrá en nombre de CaixaBank; el Santander y el BBVA, y aviva de nuevo el debate sobre la concentración bancaria en entidades de menor tamaño, como Banco Sabadell.
En cuanto a empleados, la unión de las dos entidades españolas el banco resultante sumará 51,536 empleados, de los cuales CaixaBank aporta 35,589 empleados y Bankia un total de 15,947.
Respecto a la red de oficinas, alcanzará las 6,727 oficinas, 4,460 procedentes de la red de la catalana CaixaBank y 2,267 oficinas aportadas por la madrileña Bankia.
La fusión comportará con toda probabilidad tanto salidas de personal como cierres de oficinas, si bien no ha trascendido aún el tamaño del ajuste, que algunas fuentes del sector apuntan que podría afectar a alrededor de 7,500 trabajadores.
Los consejos de ambas entidades han dado luz verde también al nuevo consejo de administración, que tendrá 15 miembros, de los cuales diez serán independientes, dos ejecutivos (Goirigolzarri y Gortázar) y otros tres dominicales, es decir, en representación de sus principales accionistas.
Criteria, en nombre de la Fundación Bancaria La Caixa, elegirá a dos, y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en representación del Estado español, tendrá otro consejero.
El FROB es el primer accionista de Bankia, con un 61.81% de su capital como consecuencia de la participación del Estado español en el rescate de la entidad durante la crisis bancaria en el 2012.
La aprobación de la fusión por parte de los consejos de administración llega tras una negociación liderada por el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.
No obstante, en el plano político, han allanado el terreno la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en representación del Estado, e Isidro Fainé, como presidente de la Fundación La Caixa, primer accionista de CaixaBank.
Aunque el domicilio social del nuevo banco estará en la ciudad mediterránea de Valencia -sede de CaixaBank desde finales del 2017-, las principales sedes operativas, como los servicios centrales, se repartirán entre Barcelona y Madrid.
La fusión de CaixaBank y Bankia es la absorción de mayor calado que ha protagonizado CaixaBank en su dilatada historia y llega tras una década marcada por continuas adquisiciones que han contribuido a llevar al banco de La Caixa a la cumbre bancaria en España.
CaixaBank tiene su origen en La Caixa, creada en 1990 fruto de la fusión de la Caja de Pensiones (Caixa de Pensions), fundada en 1904, y la Caja de Barcelona (Caixa de Barcelona), nacida en 1844.
En el 2011, La Caixa se transformó de caja a banco y dio lugar a CaixaBank, que se ha convertido en el primer banco de la comunidad autónoma de Cataluña y una de las mayores entidades financieras del país.
La actual CaixaBank, presidida por Jordi Gual, debe su tamaño a las adquisiciones hechas en los últimos años, como consecuencia sobre todo de la anterior crisis económica: compra la división de banca privada de Morgan Stanley en España en el 2008, Caixa Girona (2010); Banca Cívica (2012), Banco de Valencia (2013).
En el 2015 anunció la compra del negocio de banca minorista Barclays Bank en España y en diciembre del 2018 adquirió la totalidad del banco portugués BPI, su última gran compra de la última década.
Con su fusión con Caixabank, Bankia desaparecerá como marca y pondrá fin así a una década de historia en la que ha tenido que reponerse de momentos difíciles tras su salida a Bolsa, un escándalo de corrupción o el rescate de la entidad en el 2012.
Goirigolzarri, que relevó al ex director gerente del FMI Rodrigo Rato en la presidencia de Bankia, planteó una recapitalización de la entidad que obligó directamente a España a pedir apoyo a sus socios europeos para poder destinar más de 22,400 millones de euros a reflotar el grupo.
El nuevo banco que surja de esta fusión tendrá como particularidad que el Estado español será el segundo accionista, con la incógnita de cuánto tiempo permanecerá en el accionariado, una presencia que suscita recelos en el gobierno regional catalán, y qué parte del dinero público del rescate de Bankia se acabará recuperando cuando el Estado abandone el accionariado.