British Airways.
British Airways.

British Airways, que junto a Iberia forma el núcleo duro del anglo-español International Airlines Group (IAG), se recupera con dificultad de dos días de huelga de pilotos, que amenazan con endurecer el conflicto salarial y dañar de paso la reputación de la aerolínea.

Los pilotos de la compañía realizaron el lunes y martes la primera huelga de su historia, lo que este miércoles seguía ocasionando perturbaciones: 10% de los vuelos, o sea varias decenas de los 850 realizados diariamente, tuvieron que ser anulados.

"Dada la complejidad de nuestra organización a nivel mundial, nos llevará algún tiempo para que nuestro programa de vuelos recupere la normalidad", afirmó un portavoz de la aerolínea.

La mitad de sus 300 aviones y más de 700 pilotos debían regresar a sus bases habituales este miércoles, lo que impedía efectuar todas las conexiones regulares, explicó.

Además, la huelga de pilotos impactó a más de 4,000 tripulantes de cabina, algunos de los cuales no podrán retomar el trabajo antes de varios días.

British Airways se fusionó en el 2010 con la española Iberia, antigua aerolínea pública de bandera, formando el grupo IAG, que también es propietario entre otras de la compañía de bajo costo española Vueling y de la irlandesa Aer Lingus. Las perturbaciones no afectaron sin embargo a estas últimas.

Heathrow desierto

La huelga dio lugar a escenas inhabituales, con una terminal del aeropuerto londinense de Heathrow casi vacía, cuando normalmente es un hormiguero de gente.

Los puentes parecen casi cortados entre la dirección y el sindicato de pilotos Balpa, que celebró la movilización de sus miembros, 93% de los cuales, unos 4,000, votaron a favor de la huelga.

Balpa pide a la empresa que vuelva a la mesa de negociación con propuestas "significativas" para evitar un tercer día de paro previsto para el 27 de setiembre.

Y advierte de que podría endurecer el movimiento y organizar más huelgas si la dirección se niega a dialogar.

"Todo empleador razonable escucharía un mensaje tan claro, cesaría sus amenazas y volvería al trabajo para encontrar una solución", consideró Brian Strutton, secretario general de Balpa.

Las negociaciones están paradas desde hace una semana. Los pilotos rechazan un aumento salarial de 11.5% en tres años propuesto por la aerolínea, lo que llevaría la remuneración de algunos comandantes a 200,000 libras anuales (224,000 euros).

Daño a la marca

El sindicato reclama un mejor reparto de los beneficios de la empresa, alegando los sacrificios aceptados por su personal cuando la aerolínea atravesó tiempos difíciles hace unos años.

British Airways no ha dicho por el momento cómo pretende salir de este conflicto que le cuesta unos 40 millones de libras por día de huelga, según datos de Balpa.

El conflicto llega además en mal momento para IAG: debido a un contexto difícil por la ralentización económica en Europa y la competencia de las aerolíneas de bajo costo, sus resultados del primer semestre registraron una caída de beneficios de 42%.

La compañía británica, que festeja sus 100 años de existencia y se vanagloriaba de ser la más amada del mundo en una campaña publicitaria de 1997, se juega también su reputación después de haber sufrido en los últimos dos años un robo masivo de datos financieros de sus clientes y una gigantesca avería informática.

Incluso el presidente de British Airways, el español Álex Cruz, reconoció a la BBC esta semana que la huelga va a “dañar a la marca”.