Trabajadores con carteles de protesta frente a las instalaciones de fabricación de Boeing Co. durante una huelga en Everett, Washington, el 13 de setiembre. Fotógrafo: M. Scott Brauer/Bloomberg
Trabajadores con carteles de protesta frente a las instalaciones de fabricación de Boeing Co. durante una huelga en Everett, Washington, el 13 de setiembre. Fotógrafo: M. Scott Brauer/Bloomberg

dijo que está instituyendo una serie de medidas de recorte de costos —como congelar las contrataciones y realizar despidos temporales— para hacer frente a una potencialmente larga y costosa huelga en su principal centro de fabricación de aviones cerca de Seattle.

La compañía aeronáutica anunció este lunes en una nota interna que congela las contrataciones, así como los viajes de todo el personal no esencial, como medida de protección ante la huelga de sus 30,000 trabajadores, que comenzó el pasado viernes.

El director de finanzas, Brian West, explicó las medidas en un memorándum a los empleados compartido con Bloomberg News, en el que informaba a los trabajadores de las acciones necesarias e “inmediatas” para apoyar la recuperación de la empresa.

Un trabajador con un cartel de piquete en el exterior de la planta de fabricación de Boeing Co. durante una huelga en Renton, Washington, EE. UU., el viernes 13 de septiembre de 2024. Los trabajadores de la fábrica de Boeing Co. abandonaron sus puestos de trabajo por primera vez en 16 años, deteniendo la fabricación en el centro de operaciones del fabricante de aviones en Seattle después de que los miembros de su sindicato más grande votaran abrumadoramente para rechazar una oferta de contrato y declarar la huelga. Fotógrafo: M. Scott Brauer/Bloomberg
Un trabajador con un cartel de piquete en el exterior de la planta de fabricación de Boeing Co. durante una huelga en Renton, Washington, EE. UU., el viernes 13 de septiembre de 2024. Los trabajadores de la fábrica de Boeing Co. abandonaron sus puestos de trabajo por primera vez en 16 años, deteniendo la fabricación en el centro de operaciones del fabricante de aviones en Seattle después de que los miembros de su sindicato más grande votaran abrumadoramente para rechazar una oferta de contrato y declarar la huelga. Fotógrafo: M. Scott Brauer/Bloomberg

Según el portal CNBC, que tuvo acceso a la nota interna, el jefe financiero de Boeing reconoció que “el negocio atraviesa un periodo difícil (y) esta huelga pone en peligro nuestra recuperación de forma significativa, por lo que debemos tomar decisiones para preservar la liquidez y salvaguardar el futuro común”.

Las medidas incluyen la suspensión de viajes no esenciales, pausar aumentos salariales asociados a promociones, y el recorte de gastos en espectáculos aéreos y donaciones benéficas. El fabricante de aviones también dejará de emitir “la mayoría” de sus órdenes de compra a proveedores para los programas de aviones de pasajeros 737, 767 y 777 afectados por la huelga, según la nota.

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“Buena fe”

West aseguró que la compañía sigue “trabajando de buena fe” en la consecución de un acuerdo con los trabajadores, “que refleje sus reacciones y permita reanudar nuestras operaciones”, en alusión al acuerdo alcanzado entre empresa y sindicatos pero que fue tumbado por los trabajadores en una votación el pasado viernes, lo que precipitó la huelga.

El portal destaca que Boeing perdió US$ 8,000 millones en la primera mitad del año por una ralentización en la producción después de un aparatoso accidente en una puerta de un avión que se encontraba en vuelo el pasado febrero, y que tuvo que retornar de emergencia a la pista de despegue, sin que hubiera víctimas.

La cadena CNN recuerda, por su parte, que la compañía acumula pérdidas de 33,000 millones desde 2019 y que la huelga actual puede resultarle muy lesiva si dura mucho tiempo, como ha sucedido en anteriores parones de producción en la compañía.

Una huelga que potencialmente para su producción de sus productos más importantes es la última cosa que necesita Boeing”, indica CNN, que apunta que la calificación crediticia de la compañía no ha dejado de degradase en los pasados cinco años por su necesidad de cubrir las pérdidas acumuladas, y advierte sobre las graves consecuencias de una huelga larga.

Las acciones de la compañía caen esta mañana un 1.4%, y en el último mes han perdido un 14% de valor.

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Si no hay solución...

Unos 33,000 trabajadores miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales paralizaron la semana pasada las fábricas de aviones de Boeing en Puget Sound tras rechazar por abrumadora mayoría una propuesta que habría aumentado los salarios un 25% en cuatro años.

Las dos partes tienen previsto reunirse de nuevo esta semana para intentar alcanzar un nuevo acuerdo. Dirigentes sindicales han advertido que la huelga podría prolongarse durante algún tiempo.

Las medidas adoptadas por West ponen de manifiesto la difícil situación financiera en la que se encuentra Boeing. Su calificación crediticia corre el riesgo de caer por debajo del grado de inversión y el freno en producción acentúa la sangría de efectivo.

Los trabajadores hacen un piquete frente a una instalación de Boeing Co. durante una huelga en Everett, Washington, el 16 de setiembre. Fotógrafo: M. Scott Brauer/Bloomberg
Los trabajadores hacen un piquete frente a una instalación de Boeing Co. durante una huelga en Everett, Washington, el 16 de setiembre. Fotógrafo: M. Scott Brauer/Bloomberg

Ken Herbert, analista de RBC Capital Markets, calcula que Boeing gastará unos US$ 500 millones en efectivo cada semana que los trabajadores permanezcan en los piquetes.

Según la nota, Boeing también eliminará viajes en ejecutiva y primera clase, incluso para altos ejecutivos, despedirá a contratistas no esenciales y suspenderá gastos en actividades para fortalecer equipos.

Una de las prioridades de la empresa será preservar su calificación crediticia, dijo West en una conferencia con analistas la semana pasada. La crisis de Boeing comenzó el 5 de enero cuando un accidente con un avión 737 Max la obligó a recortar la producción para poner en orden su fabricación.

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Calificación crediticia

S&P Global Ratings dijo el lunes que podría rebajar la calificación crediticia de Boeing por debajo del grado de inversión en caso de que la huelga sea prolongada, haciéndose eco de comentarios similares realizados la semana pasada por Fitch Ratings y Moody’s. Esta última dijo el viernes que asignó perspectivas negativas a la calificación de Boeing.

S&P dijo que una huelga más corta, de algunas semanas, “probablemente sería manejable para Boeing y no daría lugar a una acción de calificación negativa. Sin embargo, creemos que una huelga prolongada sería costosa y difícil de absorber, dada la ya complicada situación financiera de la empresa”.

Las tres calificadoras de crédito asignan a Boeing una nota un nivel por encima de especulativa, o “basura”. Se requiere que dos de las tres calificadoras rebajen su nota para que su deuda de US$58.000 millones pierda el grado de inversión.

Tener grado especulativo haría más difícil para Boeing financiar su deuda ya que elevaría las tasas de interés que debería pagar y reduce el número de inversionistas que pueden comprar sus bonos. La empresa enfrenta US$ 4,000 millones en vencimientos en 2025 y US$8.000 millones en 2026, según Moody’s.

West dijo la semana pasada que el fabricante de aviones está evaluando su estructura de capital para asegurarse de que puede hacer frente a sus pagos de deuda en los próximos 18 meses.

Con información de EFE y Bloomberg

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