BHP Group está considerando retirarse del sector del petróleo y el gas en una medida multimillonaria que aceleraría su salida de los combustibles fósiles, según personas familiarizadas con el tema.
La minera más grande del mundo está revisando su negocio de petróleo y considerando opciones que incluyen una venta comercial, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas. El negocio, que se prevé gane más de US$2.000 millones este año, podría tener un valor estimado de US$15,000 millones o más, según señaló una de las personas.
Los activos energéticos de BHP la convierten en una empresa atípica entre las mineras más grandes del mundo: su rival Anglo American Plc ya abandonó el carbón térmico bajo la presión de los inversionistas y BHP está intentando de seguir el ejemplo. La compañía ha dicho durante mucho tiempo que el petróleo era uno de sus pilares estratégicos y ha argumentado que ganará dinero durante al menos otra década. Pero a medida que el mundo trata de alejarse de los combustibles fósiles, BHP quiere evitar quedarse con activos que se vuelvan más difíciles de vender, dijeron las personas.
Las discusiones aún se encuentran en una etapa inicial y no se ha tomado una decisión definitiva, según las fuentes. Un portavoz de BHP declinó hacer comentarios.
La medida se produce en un momento en que las grandes petroleras buscan formas para responder a la presión de los inversionistas en materia climática, en algunos casos reduciendo su producción principal y agregando activos de energía renovable.
BHP quiere salir mientras aún pueda obtener un buen precio por los activos, de modo de repetir la venta en 2018 de su negocio de esquisto a BP Plc por US$10,400 millones, dijeron las personas. A diferencia de sus grandes rivales petroleros, BHP no depende de las ganancias del negocio energético, que son muy inferiores a las de las gigantescas divisiones de cobre y mineral de hierro de la compañía.
El momento podría ser bueno para una salida del negocio petrolero. La recuperación económica tras los efectos del COVID-19 ha transformado la suerte de los productores de petróleo, y los futuros del Brent han subido un 60% en el último año.
En cambio, los esfuerzos de la compañía por salir del carbón térmico hasta ahora han sido decepcionantes, después de que las primeras ofertas por minas en Australia fueran inferiores a las propias valoraciones de la empresa el año pasado.
Salir tanto del carbón térmico como del petróleo ayudaría a BHP a presentarse ante los inversionistas como una empresa orientada a las materias primas del futuro. También se espera que la minera apruebe una gigantesca mina de potasa en Canadá el próximo mes, lo que podría convertirla en un proveedor clave de este nutriente para cultivos una vez que comience la producción. Está previsto que BHP presente sus resultados anuales el 17 de agosto.
BHP está presente en el sector del petróleo y el gas desde la década de 1960 y tiene activos en el golfo de México y en la costa de Australia. Produjo 102.8 millones de barriles de petróleo equivalente en el año que finalizó el 30 de junio.
“BHP es una empresa atípica en el sector minero por su negocio petrolero y esto a menudo se cita en nuestras conversaciones con inversionistas como un punto de detracción”, dijo el analista Tyler Broda de RBC Capital Markets. “Con el aumento de las presiones ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa) que enfrenta la industria, pero también a medida que este negocio entra potencialmente en una fase de reinversión, podemos ver por qué la dirección podría estar contemplando una salida”.
Broda estima que el negocio está valorado en US$14,300 millones.