Tomar café es un ritual social. Alrededor de una taza se fortalecen lazos, se encuentran amigos y familiares y se cierran negocios. La pandemia ha interrumpido estas reuniones. Sin embargo, las cafeterías de especialidad, por tener locales pequeños y con un público fiel, tienen ciertas ventajas que podrían contribuir a una recuperación.
“Estamos convencidos de que el café va a superar esta crisis”, afirma Harryson Neira, propietario de Neira Café Lab. “Los clientes pueden dejar de ir a un restaurante y cenar fuera de casa un par de veces al mes. Pero siempre se van a dar el gusto de tomar un café, quizá para lo que ahora sea su única salida del día”.
Un café de especialidad se distingue por sus atributos sensoriales y su amplio espectro de sabores. Hasta el año pasado, en los distritos que concentran la mayor cantidad de cafeterías que ofrecen esta variedad (Barranco, Miraflores y San Isidro), se abrían en promedio dos locales al mes. Se calcula que en Lima hay, aproximadamente, 60 establecimientos.
Reapertura
Las cafeterías de especialidad son negocios muy anclados al barrio en el que se encuentran. Neira comenta que la clientela suele ser muy leal y se ubica a 2 kilómetros a la redonda. Por ello, la ubicación es fundamental.
Alejandro Chu, gerente general de The Coffee Road, comenta que antes de la pandemia, su local ubicado en la avenida Guillermo Prescott, en San Isidro, recibía un flujo importante de clientes de las oficinas, colegios y la Universidad del Pacífico, que se encuentran cerca a local. Hoy, que ya retomaron su atención en salón con 40% de aforo, han pasado de vender 80 cafés al día a solo 15.
Recientemente The Coffee Road ha abierto un nuevo local en la avenida Emilio Cavenecia, también en San Isidro. “En este hay más flujo de gente. Decidimos abrirlo pese a la pandemia para apoyar a la marca y vender insumos (bolsas de café)”, indica.
La adopción del teletrabajo en los distritos donde se concentra la mayor cantidad de cafeterías de especialidad ha favorecido al negocio. “Hay mucha gente que está haciendo home office y suele salir a tomar un café y regresar. Abrimos sin mucha expectativa, pero ha habido buena recepción sobre todo de clientes fieles”, comenta Neira.
Las proyecciones de venta para el 2020, comenta Harryson Neira, son de un retroceso del 25% en ingresos, principalmente debido al cierre de tres meses por cuarentena. Y si bien marcas con tiempo en el mercado como The Coffee Road y Neira Café Lab están en mejores condiciones para superar la crisis ocasionada por el COVID-19, otros podrían tener un camino más complicado.
“Creo que de todas maneras habrá bajas, sobre todo en el caso de las cafeterías que recién estaban saliendo al mercado y tienen menos de seis meses”, advierte Neira.
Café en casa
La pandemia también impulsó el consumo de café de especialidad en casa. Es común que además de bebidas, en estos locales también se vendan bolsas de café que muelen al gusto del cliente.
Antes de la crisis sanitaria, el 45% de las ventas de Neira Café Lab correspondía a bolsas de café. Ahora, que también las entrega a delivery en todos los distritos de Lima, la cifra ha subido al 65%. En el caso de The Coffee Road, esta proporción pasó del 5% a 20%.
“Varios de nuestros clientes se han vuelto baristas en casa. Hacen compras regulares de café y nos preguntan sobre las mejores formas de prepararlo y nosotros los orientamos”, afirma Alejandro Chu.