En pocos días se conocerá si el proyecto minero Ariana, ubicado en el distrito de Marcapomacocha, provincia de Yauli (región Junín) continuará con su proceso de construcción o no.
Dicha decisión la tomará el Sexto Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima que evalúa una demanda de amparo constitucional interpuesta en mayo del 2019 por José De Echave, investigador de CooperAcción; la excongresista Marisa Glave y la congresista Katia Gilvonio, contra el Estado y la empresa Ariana Operaciones Mineras SAC, sucursal local de la firma canadiense Southern Peaks Mining y encargada del proyecto Minero Ariana.
La demanda, a la que accedió Gestión.pe, exige el cese inmediato del proyecto Ariana por ser una amenaza para el suministro de agua potable en Lima y Callao y se solicita la nulidad de del Estudios de Impacto Ambiental (EIA) para la etapa de explotación del proyecto Ariana obtenida en el 2016, el plan de minado del proyecto de explotación (obtenido en el 2018) y la autorización de construcción de la planta de procesos metalúrgicos , depósito de relaves e instalaciones auxiliares (otorgada en el 2018).
Al respecto, el Jefe de Asuntos Ambientales y Permisos de Ariana Operaciones Mineras S.A.C., Omar Vásquez, indicó a Gestión.pe que el proyecto cuenta con todos los estudios técnicos que aseguran que Ariana no representa un riesgo para las fuentes de agua en la capital.
Según precisó, el EIA tiene opinión favorable de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), y además, se contó con la participación de Servicio de Agua y Saneamiento de Lima (Sedapal) desde el año 2015. De igual manera, en el año 2017 se tramitó la autorización de construcción del proyecto y en el 2018 fue aprobada por el Ministerio de Energía y Minas (Minem)
“Con toda esa información lo que ahora podemos demostrar de manera tranquila y serena es que Ariana no representa ningún riesgo para el agua de Lima y Callao, ni para el agua del entorno porque nuestra operación no pretende usar agua superficial, ni de ninguna laguna ni de ninguna quebrada. Va a ser autosuficiente porque la mina cuando se desarrolle va a captar parte del agua de la lluvia y esa misma agua la vamos a reusar. Entonces no hay forma alguna que se afirme estas cosas de decir que Ariana signifique un riesgo para el agua para Lima y Callao”, sostuvo.
Agregó que tras la demanda interpuesta, Vásquez participó de dos audiencias, siendo la primera de ellas el 5 de agosto del 2019.
Indicó que a través de la jueza a cargo del caso, Rocío del Pilar Rabines, se hizo llegar todos los estudios técnicos respecto al proyecto a los demandantes y en la segunda audiencia, realizada el pasado 27 de agosto, nuevamente se insistió con los riesgos a la fuente de agua para Lima y Callao.
“Les alcanzamos nuestros estudios (a los demandantes) y hemos hecho llegar todos nuestros estudios. Para nosotros ha sido tremenda sorpresa que en esta audiencia, ya teniendo los estudios y teniendo toda la información que nosotros hemos facilitado, vuelvan a tergiversar y empiecen a hablar de que Sedapal se opone al proyecto”, dijo.
Las lagunas
Entre los sustentos de la demanda, se señala que hace falta una medida de adecuación del EIA que permita determinar la viabilidad de realización de actividades mineras en áreas de las microcuencas Pucrococha (El sangrar) e Iscumachay (donde se ubica el depósito de relaves) que comprende un ecosistema de laguna altoandina y que en su conjunto abastecen de agua potable a la Lima y Callao a través del Túnel Trasandino Cuevas - Milloc.
Detalla que la microcuencia Pucrococha (El sangrar) está formada por un ecosistema de lagunas altoandinas que incluye las lagunas Shiusha, Huancash, Pucrococha y Escapante, las mismas que estarían conectadas.
“El caudal de estas lagunas forman parte indispensable del abastecimiento de agua potable de la ciudad de Lima y Callao, porque aportan una cantidad de agua importante al Túnel Transandino Cuevas - Milloc para ser trasladado al Río Rímac y también aportan al Río Carispaccha que en el futuro será una fuente de agua para el proyecto Marca V.”, señala la demanda.
Frente a ello, Vásquez, de Ariana Operaciones Mineras S.A.C, indicó que el proyecto minero no perjudicará ninguna de esas lagunas.
“El proyecto Ariana no toca ninguna de las lagunas y se han hecho los estudios para ello. Hemos visto que la información que manejan los demandantes han generado una confusión. Lo hemos evidenciado en la audiencia (el 27 de agosto), pues en primer lugar nos indicaban que había un estudio semidetallado para el proyecto Ariana y nosotros hemos demostrado que no es un estudio semidetallado, el cual es para proyecto en exploración. Nosotros hemos desarrollado un Estudio de Impacto Ambiental Detallado”, dijo.
Túnel Trasandino
Otros de los puntos de los demandantes se refiere a la ubicación del depósito de relaves del proyecto, que estaría cerca del Túnel Trasandino -de 10 kilómetros de largo- que suministra de agua a Lima.
Específicamente, se detalla que De Echave declaraba que el depósito de relaves estaría ubicado a 500 metros de distancia del túnel, luego a 100 metros y posteriormente a 150 metros.
Sin embargo, en una presentación realizada el 1 de abril del 2019 el Servicio de Agua y Saneamiento de Lima (Sedapal) dio a conocer la distancia oficial del proyecto.
“La futura mina está ubicada a 2,500 metros del Túnel Trasandino Cuevas– Milloc, por fuera de la infraestructura hídrica del sistema de abastecimiento de Lima y Callao, entre ellas del Sistema de Regulación Marcapomacocha (Marca I, II, III, IV, V), cuya infraestructura está extendida a lo largo de casi 100 kilómetros, en un área de 1736 Km2 que abarca la Cuenca Alta del Mantaro, desde la parte sur del departamento de Pasco hasta Yauli – La Oroya”, sostuvo.
Vásquez también indicó que la empresa ENEL, como titular del Túnel Trasandino también estuvo al tanto de cada estudio o que se realizaba.
Bajo los estudios técnicos, Vásquez confía en que la decisión final del Sexto Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima sea favor de del proyecto y así continuar con el proceso de la construcción que de dedicará a la producción de cobre y plata.
“Esperamos que el juez resuelva en los cánones que la justicia demanda. Si no se ha demostrado de que hay riesgo, si no se ha presentado ninguna prueba de que las lagunas y del sistema de trasvase está en riesgo debido a un proyecto, lo más idóneo y natural es que el juez se pronuncie de que la causa demanda no corresponde”, finalizó.