Para la agroindustria, la apertura de mercados es vital. Y es que, a medida que los volúmenes crecen, también se requieren más destinos para no saturar a los actuales. En el 2022, el esfuerzo público y privado logró abrir más países y el 2023 la dinámica continuará, pero las empresas del sector demandan más voluntad política.
Desde del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), destacaron que el presente año se concretaron 10 nuevos accesos fitosanitarios para productos agrícolas peruanos. En ese trabajo, dicha entidad intervino con la vigilancia, control de plagas y otras gestiones frente a sus pares de otros países.
“Con el potencial agroexportador que tiene el país, es fundamental seguir diversificando los mercados de destino para los productos peruanos y así generar mayores oportunidades comerciales para los productores”, comentó el jefe nacional del Senasa, Miguel Quevedo.
En detalle, destacó que el mango logró entrar a Sudáfrica, la tuna a Brasil, la granadilla hacia Argentina, la chirimoya a Ecuador, los arándanos a Israel, los pimientos y ajíes a Uruguay, la chirimoya a Guatemala, bulbos de amarylis para Argentina, microplantas de arándanos a Colombia y planta in vitro de papa a Ecuador.
Por su parte, Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), confirmó el ingreso a dichos destinos. Sin embargo, consideró que la puntería debería estar más hacia los países asiáticos.
“Tenemos que apuntar a abrir más mercados de Asia y para eso se requiere que los ministros viajen. La parte técnica la trabaja bien el Senasa, pero se necesita voluntad política para acelerar estos procesos”, declaró a Gestión.
En ese sentido, lamentó que se haya perdido la oportunidad de participar en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en Tailandia con los principales ministros relacionados a la agroexportación.
“Como no hemos acelerado el proceso de ingreso al Asia y Perú sigue creciendo en productividad por las inversiones realizadas hasta el 2020, estamos metiendo más fruta a los mismos mercados y con ello los precios bajan”, recordó, tras considerar que el gobierno de Pedro Castillo hizo pocos esfuerzos en este ámbito.
Los nuevos mercados el 2023
En el 2023, el sector agroexportador podría recuperar el paso en su expansión en el Asia. En el Senasa, han estimado la apertura de 14 mercados nuevos, de los cuales al menos seis pertenecen a dicho continente.
Así, apuntó a concretar el acceso de uvas frescas a Japón, Chile e Israel; de cítricos a Nueva Zelanda y Vietnam; granada a México; palta a Malasia y Filipinas; mango a Malasia; arándanos a Indonesia y pimiento hacia Argentina. Además, prevé la entrada de la cúrcuma, pitahaya y aguaymanto a Estados Unidos.
En tanto, Amaro también confía en la luz verde de China a las frutas congeladas. De todos esos mercados, indicó que la oportunidad en México podría verse afectada a partir del reciente incidente diplomático con ese país tras la detención del ex presidente Pedro Castillo.
“Hay un trabajo duro por hacer. Senasa garantiza los protocolos que el sector privado está aplicando y que nuestros productos no están llevando plagas. Es un esfuerzo público y privado que requiere que los ministros visiten los países para abrir los mercados”, anotó.
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¿Asoman nuevas estrellas en la agroexportación?
Consultado por el ingreso de nuevos productos peruanos a los primeros lugares del ranking de exportación para el 2023, Amaro resaltó el trabajo que las empresas han empezado a realizar con la pitahaya, el caqui y la cereza. En este último fruto, las pruebas se realizan con material genético de Chile.
“La cereza es un cultivo que requiere más frío y se está probando en diferentes zonas de altura, con técnicas de manejo de árbol”, mencionó, tras indicar que están a la espera de la aprobación del material genético de EE.UU. para experimentar con más variedades de este fruto en Perú.
Refirió que ya han pedido el acceso de la cereza peruana a Europa, EE.UU., China e Inglaterra. Otros cultivos con potencial agroexportador son las pecanas y dátiles, con los cuales se han empezado a trabajar.
Sin embargo, el representante gremial reconoció que estos nuevos productos aún no destacarían en las listas de exportación el 2023, pues el proceso de prueba, cultivo y despacho en altos volúmenes toman varios años.
En tanto, la tendencia de nuevos productos para el 2023 será más bien las nuevas variedades de arándanos que se vienen probando en Perú y variedades patentadas de uvas para mercados específicos.
Proyecciones
Al cierre del 2022, Amaro estima que las agroexportaciones oscilarán entre US$ 9,500 millones y cerca de US$ 10,000 millones, siendo así superiores al 2021 (US$ 9,172 millones). Sin embargo, advirtió que los márgenes de ganancia han disminuido, debido a sobre costos y ausencia de mejores en la normativa que involucra al sector.
De igual manera, consideró que las ventas pudieron haber sido mayores sin las pérdidas de US$ 100 millones por el paro de transportistas de carga pesada en noviembre y de US$ 150 millones por los bloqueos de carreteras tras el reciente intento de golpe de Estado.
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Para el 2023, estimó que el avance se desaceleraría si no se concreta la apertura de mercados, no se invierte en infraestructura hidráulica y el Estado peruano no recupera su rol promotor de inversiones en el sector de agroexportación.
“El 2019, estimamos que habría 30,000 hectáreas más para la agroexportación en los siguientes cinco años, pero luego de eliminó la Ley de Promoción Agraria. Ahora podría darse esos proyectos siempre y cuando hayan políticas públicas de largo plazo”, finalizó.