dijo adiós este miércoles a la producción del "Beetle" tras concluir el ensamblaje, en su planta mexicana de Puebla, de la última unidad de este vehículo heredero del legendario sedán conocido como "Escarabajo", "Fusca", "Coccinelle" o "Vocho".

El último de un reluciente azul metálico, encendió motores y entre música de mariachis, vivas y aplausos, salió de la línea de ensamblaje para rodar unos metros hasta una plataforma de exhibición, bajo una lluvia de papelitos y pirotecnia.

"Gracias Beetle", decía un arco colocado encima de la plataforma, rodeada por empleados que participaron en la producción de este vehículo. El modelo sumó más de 1.7 millones de unidades desde que en 1997 empezó a ser ensamblado en la planta de Puebla, en el centro de , una de las mayores de VW en el mundo.

Decenas de obreros se reunieron desde muy temprano para dar los últimos toques a la flamante unidad, cuyo ensamblaje demandó unas siete siete horas. Esta fue la segunda generación del Beetle, concebido para suplir al económico sedán.

"Es como si fuera el nieto del 'Vocho'. Fue el último de la generación. ¿Quién no podría querer un auto así, hecho con manos mexicanas?", dijo Roberto Benítez, de 40 años y técnico de producción.

"Gracias Beetle", se leía también en casacas de un brillante amarillo que vestían los trabajadores, entre quienes se percibía un ambiente festivo pero aderezado de nostalgia por despedir a uno de los autos más icónicos de la firma alemana.

"Siempre da tristeza, se siente como parte de uno, es el trabajo diario, turnos completos para que tengamos el mejor resultado, sí, me da orgullo", dijo Francisco Bueno, otro trabajador con 25 años en esta planta.

En la despedida, los mariachis entonaron la popular "Cielito lindo" y algunas lágrimas rodaron al escucharse la frase "os vais amigos, dulces compañeros" de la nostálgica canción popular "Las Golondrinas".

"La pérdida del Escarabajo luego de tres generaciones y cerca de siete decenios, debe provocar una variada gama de emociones", dijo durante la presentación Steffen Reiche, CEO de Volkswagen México

-Venta "Online"-

Los últimos 65 modelos del "Beetle Final Edition" serán vendidos en México sólo por internet a un precio de US$ 21,000 para el modelo de base y podrán ser apartados previo pago de unos US$ 1,000.

"Con este esquema, queremos llegar a nuevas audiencias que estén habituadas a las compras en línea", dijo Juan Pablo Gómez, director de marketing de la marca Volkswagen México.

Cada vehículo tiene del lado izquierdo una placa conmemorativa seriada del 1 al 65. El auto estará disponible en colores azul metálico, negro, blanco y beige.

El fue heredero del legendario VW sedán, concebido en 1938 en Alemania en pleno auge del nazismo y que fue producido hasta 2003, saliendo el último modelo también de esta planta en México, donde el "Vocho", como se le conoce popularmente, fue el auténtico auto del pueblo al ser "bueno, bonito y barato", como lo definen sus aficionados.

Pero a diferencia del escarabajo, uno de los autos más económicos del mercado, el "Beetle" es considerado un Su precio duplica el de otros modelos sedán, por lo que popularidad fue mucho menor y son poco visibles en las calles de la caótica Ciudad de México.

Otros países de América Latina, como Brasil, también son verdaderos devotos del modesto sedán, al que llaman "Fusca" los brasileños, mientras que el expresidente uruguayo José Mujica convirtió a su escarabajo celeste de 1987 en símbolo de su austeridad.

Las ventas del "Beetle" en Estados Unidos, el principal mercado de exportación de automóviles producidos en , cayeron en los últimos años pues el consumidor se inclina por vehículos más grandes.

La plantilla laboral dedicada al "Beetle" ahora producirá un modelo de SUV compacto de VW bautizado como Tarek.