Hace unos días el presidente de la República, Pedro Castillo, anunció que el Gobierno evalúa que Petroperú abra sus propios grifos, con el objetivo de reducir el precio final de los combustibles.
Al respecto, analistas advirtieron que la medida no llegaría a cumplir con este fin, y demandaría varios millones de soles al Estado.
Diego Rosales, analista del sector hidrocarburos de Macroconsult, refirió que el principal motivo del alza de los combustibles es el mayor precio internacional del crudo, y no la falta de rebaja de precios de los grifos en el país.
Indica que las medidas como el uso del fondo de combustibles y exoneración del ISC han sido trasladadas por los grifos en la mayoría de los casos.
“Las medidas de mitigación emitidas por el Gobierno no fueron detenidas por las estaciones de servicio”, subrayó.
Agregó que el alza del crudo a nivel internacional a tenido impacto en diversos países (ver cuadro) por lo que el efecto no es exclusivo en Perú.
En esa línea, Renato Lazo, analista de hidrocarburos y exgerente general de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú, coincidió en que tener grifos de Petroperú no asegura bajar los precios, pues estos varían segun el costo del insumo.
Y si la intención del Estado es forzar una baja de precios de manera artificial, con un precio de venta por debajo de los costos, advirtió que ello afectaría los fondos estatales, pues la empresa estaría trabajando a pérdida.
“No se debería vender por debajo del costo, se estaría descapitalizando a la compañía, y afectando la libre competencia con los otros grifos”, subrayó.
Lazo estimó que invertir en construir un grifo, sumando el precio del terreno y equipamiento, demandaría alrededor de S/ 2 millones. “Y para tener un efecto relevante en el mercado a nivel de precios, se requiriría construir unos 100 grifos, lo cual demandaría unos S/ 200 millones”, indicó.
“Pensar en que Petroperú abra grifos, ya sea construyendo o comprando, sería malgastar el dinero. Y la situación económica de Petroperú ya está muy endeudada con la refinería”, agregó.
Diego Rosales refiere que según el consenso internacional, el alto precio del crudo de entre US$ 110 a US$ 120 por barríl, se mantendría a lo largo del año. “Es un mercado con precios cíclicos. Se estima que el próximo año el precio sea menor”, refirió.
El analista sugirió aprovechar la actual coyuntura de precios altos del crudo para promover el uso del gas natural vehicular, pues en estos momentos el usuario aprecia más la diferencia de costos respecto a las gasolinas y diesel.
“Por ejemplo, el año pasado un proyecto del Minem financiaba el cambio de motores de diesel a GNV, pero este año no se ha dado presupuesto para este programa. Se está perdiendo esta ventana de oportunidad”, anotó.