Un repunte récord de las monedas latinoamericanas está reactivando el mercado de bonos denominados en moneda local vendidos a inversionistas internacionales que buscan rendimientos.
Gobiernos y empresas han vendido US$ 7,300 millones en bonos en moneda nacional en los mercados internacionales de deuda en lo que va del año, según datos recopilados por Bloomberg. Esta suma eclipsa el gran total del año pasado de US$ 1,000 millones. El auge, liderado por las ventas en Perú, Chile y República Dominicana, es el mayor desde 2019.
“Hay una demanda creciente de activos en moneda local, particularmente en América Latina”, dijo Akbar Causer, administrador de dinero de Eaton Vance Management centrado en la deuda corporativa de los mercados emergentes. “Los activos locales de América Latina han sido algunos de los activos con mejor rendimiento hasta la fecha. Esto se debe tanto a las monedas como a las tasas de interés”.
El aumento en la emisión se produce debido a que los inversionistas globales buscan activos que todavía reciben impulso de las altas tasas de interés de la región, que se benefició de la adopción temprana de una política monetaria restrictiva por parte de los bancos centrales de los mercados emergentes, especialmente en comparación con la respuesta tardía de la Reserva Federal y otras autoridades monetarias.
Las tasas de referencia en América Latina, por ejemplo, siguen siendo mucho más altas que las de las principales economías desarrolladas, incluso cuando banqueros centrales de algunos países comienzan a aceptar una flexibilización de la política monetaria, dijo Oren Barack, director general de renta fija de Alliance Global Partners, con sede en Nueva York.
Barack señaló que le gustan los bonos en moneda local de los mercados emergentes debido a dichas altas tasas y al rendimiento superior de las monedas nacionales.
Las monedas en toda América Latina se han disparado en 2023. El peso colombiano y el mexicano se han fortalecido más de un 15% cada uno. Por su parte, el real brasileño, el sol peruano y el peso chileno también se han apreciado este año.
Eso ha ayudado a que un indicador de bonos en moneda local de la región aumentara más de un 20% en el primer semestre, rumbo a registrar el mejor rendimiento anual desde 2009.
Todo eso genera un momento atractivo en el mercado mundial de bonos en moneda local, ya que los vendedores de bonos latinoamericanos buscan diversificar sus grupos de acreedores, dijo Christine Reed, especialista en América Latina de Ninety One North America Inc.
Acudir a los mercados
Uruguay se unió a la tendencia esta semana con una venta de US$ 1,000 millones de notas denominadas en pesos locales con vencimiento en 2033, solo días después de que el banco central recortara la tasa de referencia en respuesta a una desaceleración sorpresiva en los precios al consumidor. La inflación de la nación ahora está dentro del rango objetivo del banco central por primera vez desde 2021. La demanda de los bonos casi duplicó la venta final.
“Los inversionistas tienen efectivo al margen que quieren utilizar”, dijo Reed. Además, los prestatarios, incluidos los de Chile, “han estado tratando de aprovechar los fondos de liquidez donde se valoran las emisiones orientadas a ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa). El mayor grupo de capital que valora bonos ASG se encuentra en el extranjero”.
Los ingresos de la venta por US$ 2,500 millones de deuda denominada en soles que Perú realizó en mayo se destinaron a proyectos verdes y sociales, y la emisión que Chile hizo en abril por US$ 3,200 millones de bonos en pesos a inversionistas extranjeros también tenía la etiqueta de sostenible. La demanda de los inversionistas por la nueva deuda superó con creces la cantidad disponible en ambas ventas, según los Gobiernos.
Los inversionistas de Wall Street ahora están atentos a una posible emisión de México de un bono en pesos luego de que el país realizara una serie de evaluaciones centradas en ASG en llamadas con inversionistas de renta fija para discutir un marco de deuda sostenible.
Impulsado por tasas de interés superiores a la inflación, fuertes entradas de remesas, y estabilidad fiscal y política, el peso mexicano ha estado entre las monedas principales con mejor desempeño del mundo durante los últimos 12 meses.
Selección de mercado
El aumento en las ventas de deuda en moneda local marca un cambio con respecto a la pandemia, cuando la Reserva Federal y otros bancos centrales importantes redujeron los costos de endeudamiento en los mercados de deuda extranjera. Los Gobiernos y las empresas de todo el mundo en desarrollo se apresuraron a sacar provecho de las bajas tasas de interés mediante la venta de sumas récord de bonos en moneda fuerte.
Sin embargo, las ventas de deuda de mercados emergentes en dólares, euros y yenes se han desacelerado sustancialmente desde que las autoridades estadounidenses se embarcaron en su ciclo de ajuste monetario más agresivo en una generación.
Según Guido Chamorro, inversionista de Pictet Asset Management en Londres, ahora es más atractivo para naciones como Chile y Perú aprovechar la fortaleza de las monedas locales.
Los prestatarios también pueden aprovechar el hecho de que hay un grupo más grande de compradores en los mercados globales y, a cambio, los inversionistas obtienen mayores rendimientos y mayor liquidez, dijo Causer de Eaton Vance, que administra US$ 3,500 millones de deuda corporativa de mercados emergentes.
“Lo que ofrece el mercado internacional es el tamaño y la profundidad que el mercado local no puede ofrecer”, dijo Causer. “Hay muchos inversionistas hoy en día que no pueden acceder directamente a los mercados locales”.