El recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China ya afecta el volumen de comercio mundial, según informó Scotiabank en el último reporte de su Departamento de Estudios Económicos.
En mayo de 2019 Estados Unidos y China volvieron a imponerse aranceles recíprocos. Las tensiones se aliviaron temporalmente en julio, tras la segunda tregua pactada en el marco de la reunión del G20 en Osaka, pero se volvieron a quebrar en agosto, con una nueva ronda de aranceles recíprocos.
Esta vez, los aranceles estuvieron acompañados de una nueva devaluación del yuan chino, con el ya conocido efecto sobre las monedas de las economías emergentes.
Medidas tomadas
Estados Unidos: Anunció que elevaría la tasa de arancel de 10% a 15% sobre los US$ 330,000 millones, y de 25% a 30% sobre los US$ 225,000 millones.
La primera subida entró en rigor el 01/09 y la segunda lo haría el 15/12. También instó a las empresas estadounidenses que operan en China a retirarse.
China: Anunció aranceles sobre US$ 75,000 millones con tasas de entre 5% y 10% sobre productos vinculados a los sectores agrícola, petrolero, aeronáutico y automóviles.
Una parte entrará en vigencia el 01/09 y otra el 15/12, de manera recíproca con lo anunciado por EE.UU.
¿Y el comercio mundial?
El comercio mundial disminuyó 0.5% durante el primer trimestre del año, luego de haber caído cerca de 2% en el último trimestre de 2018, según datos actualizados del FMI.
Las exportaciones globales alcanzaron su pico en noviembre de 2018 y posteriormente ha comenzado a reducirse gradualmente. En cuanto al Baltic Dry Index, indicador que mide el costo del comercio mundial a partir del movimiento de materias primas, se ha incrementado desde comienzos de año, reflejando los mayores costos como consecuencia de los conflictos comerciales.
Si bien durante los primeros meses del año, los indicadores mostraban una imagen mixta de la economía global, desde el segundo trimestre los indicadores reflejan mayor debilidad global.
Así por ejemplo, la producción industrial de China cayó 4.8% en julio, su menor ritmo desde febrero de 2002, mientas que las ventas minoristas aumentaron 7.6%; en ambos casos por debajo de lo que esperaba el mercado.
En EE.UU. la producción industrial creció sólo 0.5% en julio, su menor ritmo desde febrero de 2017. Asimismo, el PBI manufacturero alcanzó a 50.3 en agosto, su nivel más bajo desde setiembre de 2009.
El FMI redujo su proyección de crecimiento de la economía mundial de 3.3% a 3.2% para el 2019, considerando un repunte a 3.5% para el 2020, según su informe de julio.
Las revisiones a la baja para el 2019 coinciden con la intensificación de los conflictos comerciales entre EE.UU. y China.
El FMI mencionó los siguientes factores para un crecimiento de 3.5% para el 2020:
- Que los mercados financieros mantengan una actitud favorable. - Que los problemas de la Eurozona se disipen. - Estabilidad de las economías de mercados emergentes que se encuentran en tensiones (Argentina, Turquía) y, - Que no se intensifiquen las tensiones en otras economías (Irán y Venezuela).
A estos factores se agrega un contexto de políticas monetarias acomodaticias, que las políticas de estímulo por parte de China no se estén limitadas por una guerra comercial más profunda y que se evite un Brexit desordenado.
Un indicador adicional útil para medir la posibilidad de recesión en la economía global son las exportaciones de Singapur, Corea del Sur y Japón.
Con el inicio de la guerra comercial, la variación anual de las exportaciones de los tres países acentuó su caída.
Actualmente, la variación anual de las exportaciones de los tres países ya está en terreno negativo. Las exportaciones de Singapur cayeron 5.8% en julio, las de Corea del Sur cayeron 11% y las de Japón cayeron 1.5%.
Si bien durante los últimos meses se acentuó la tendencia decreciente, esta caída no es tan severa como la que hubo luego de la crisis financiera del 2008.