El Banco Central Europeo (BCE) dio un primer paso hacia el lanzamiento de una versión digital del euro, en el marco de una iniciativa mundial para satisfacer la creciente demanda de medios de pago electrónicos y hacer frente al auge de las criptomonedas.
El euro digital, un equivalente electrónico de los billetes y monedas, será probablemente un monedero digital que los ciudadanos de la zona del euro podrán mantener en el BCE en lugar de en un banco comercial.
El miércoles, el Consejo de Gobierno del BCE dio luz verde formal a la fase de investigación del proyecto, que debería durar 24 meses, tras lo cual habría tres años de aplicación.
El principal objetivo de la iniciativa es evitar que los pagos digitales queden en manos del sector privado, especialmente si el uso del efectivo físico empieza a disminuir, como ha ocurrido en Suecia.
“Nuestro trabajo pretende garantizar que en la era digital los ciudadanos y las empresas sigan teniendo acceso a la forma más segura de dinero, el dinero del banco central”, dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
El BCE empezará ahora a trabajar en el diseño del euro digital, consultando a las partes interesadas, desde los bancos hasta los minoristas.
También iniciará conversaciones con los parlamentarios de la Unión Europea para buscar los cambios legislativos que puedan ser necesarios, ya que el euro digital no estaba previsto en los Tratados de la UE.
“Un debate para finales de este año sobre los objetivos políticos y los usos de un euro digital — teniendo en cuenta también el contexto mundial— podría ser un buen punto de partida”, dijo Fabio Panetta, miembro del Consejo del BCE, a un europarlamentario en una carta que acompañaba a la decisión.
El BCE también definirá ahora el papel de los bancos y las empresas de tecnología financiera, que probablemente ofrecerán monederos digitales en euros a los clientes en nombre del BCE.
Los bancos comerciales ya han intensificado sus esfuerzos para influir en la toma de decisiones y en los planes técnicos con el fin de asegurarse una parte del mercado.
El trabajo en un euro digital se aceleró después de que Facebook desvelara sus planes de crear su propia moneda en 2019, que plantea una amenaza para el negocio principal de los bancos centrales.