No sería conveniente, y más aún, en medio de la coyuntura actual, encargar al Banco de la Nación competir con la banca privada, principalmente debido a la naturaleza en la que opera para salvaguardar los recursos fiscales, pagar a los funcionarios del gobierno y distribuir las transferencias. Su Ley Orgánica enfatiza que tiene como finalidad principal proporcionar a todos los órganos del sector público y a los demás sectores, los servicios bancarios que correspondan.