La pandemia del COVID-19 impulsó a muchas compañías a evaluar y fortalecer procesos, y la gestión de la cadena de suministro no fue ajena a este replanteamiento.
A la fecha solo el 34% de las empresas participantes en el estudio “Madurez en la gestión de cadena de suministro. Supply Chain Overview 2021″, de EY Perú, afirma contar con un modelo de gestión con un nivel de madurez “establecido” o “avanzado” para el manejo de su cadena de suministro, mientras que el 66% restante indica que aún se encuentra en un estado “incipiente” o “en desarrollo”.
El informe evalúa la gestión de la cadena de suministro de 36 empresas con operación en Perú en tres pilares fundamentales: (i) planificación, (ii) abastecimiento y (iii) entrega. Según revela el estudio, los sectores de consumo masivo y retail cuentan con los mayores niveles de madurez, mientras que los rubros de manufactura y energía e hidrocarburos manifiestan las mayores oportunidades de consolidación en su modelo de gestión.
“Es fundamental que las organizaciones aborden la gestión de la cadena de suministros de extremo a extremo, con un enfoque dinámico y soportándose en el uso de la tecnología para no solo optimizar sus operaciones, sino hacerlas también más resilientes”, explicó Pablo Salvador, socio de Consultoría de EY Perú.
Agregó que es importante que las empresas de cualquier rubro estén preparadas para adaptarse a los cambios en el entorno y en las preferencias del consumidor; teniendo modelos de planificación que permitan esta adaptación y reduzcan la incertidumbre, trabajando de manera colaborativa entre áreas y alineados a objetivos comunes.
“De esta manera, se obtendrán beneficios como aumento de ventas, optimización de costos, mejora del capital de trabajo, evitar sobrecarga de inventarios en productos que no lo requieran, entre otros”, agregó.
El estudio también identificó que la gestión de cadenas de suministro en el Perú tiene distintos niveles de madurez en cada uno de sus pilares fundamentales:
Planificación. Este proceso tiene como objetivo el alineamiento de la compañía para poder prever la demanda y definir la estrategia para poder atenderla. En este sentido, las empresas peruanas indicaron que reconocen la importancia de la planificación, pues ocho de cada 10 afirmaron contar con este proceso en un nivel establecido.
El 90% aseveró usar la segmentación de productos para robustecer este proceso y un 83% indicó que cuentan con KPI que permiten el seguimiento y control del proceso.
Sin embargo, a pesar de estos indicadores que demuestran la preocupación por ejecutar este proceso crítico de la compañía, también se identificó oportunidades para seguir mejorando. La principal área de oportunidad tiene que ver con impulsar el uso de tecnología para soportar los procesos que están implementados.
Esto se evidencia al ver que un 43% de estas empresas tienen modelos estadísticos de planificación incipientes o en desarrollo, 46% cuentan con herramientas limitadas para simulación y generación de escenarios y un 40% tiene potencial de mejora respecto a herramientas de visualización para facilitar la toma de decisiones.
Abastecimiento. En los procesos relacionados con la gestión de compras, las empresas reconocieron la importancia de trabajar de manera diferenciada sus categorías, al tener un 72% que indicó contar con una gestión diferenciada entre las compras estratégicas y operativas.
De esta cifra, un 96% mencionó que las capacidades de sus compradores se encontraban alineadas a los roles requeridos, y un 85% comentó tener sistemas que soportan un proceso colaborativo para planificación, previsión y reabastecimiento.
Asimismo, el 72% de las empresas participantes indicó tener una gestión colaborativa con sus proveedores, de las cuales el 73% respondió poseer un proceso robusto de evaluación continua de proveedores.
Entrega. Finalmente, se analizó el proceso de entrega, que engloba la manipulación, preparación y despacho de los pedidos hacia los clientes.
La primera recomendación viene por poner foco en los procesos de gestión de inventarios basado en políticas y parámetros que se adapten a las características de negocio y se basen en parámetros adecuados, debido a que se observó que el 71% de las empresas indicó tener hasta 90 días de inventario, cuando el benchmark sitúa al percentil 75 en 60.83 días. Se recomienda evaluar si se está manteniendo niveles de inventario altos para productos que son críticos y/o claves para la compañía o no.
Además, se recomienda la inversión en herramientas tecnológicas apropiadas para el control de almacenes, gestión de transporte, gestión de pedidos o tracking de pedidos, debido a la estrecha relación que se mostró en la madurez de estas con el nivel de “On Time In Full” (OTIF) reportado (41% indicó tener niveles de OTIF mayores a 95%).
Finalmente, se demuestra la eficiencia de las empresas peruanas con el control de costos; sin embargo, se recomienda balancearlo con estrategias de resiliencia que hagan sostenible el negocio. El 75% de las empresas indicó tener un costo logístico mayor a 7.5%, lo cual es mejor que el percentil 75 del benchmark de EY, que se ubica en 8.57%.
“A medida que avanza la tecnología y las políticas gubernamentales se actualizan, las cadenas de suministro deben reestructurarse bajo modelos innovadores impulsados por la transformación digital para lograr una gestión eficaz, resiliente, con alta trazabilidad y una mayor integración de información con proveedores y clientes”, finalizó Salvador.