La economía peruana inició el año ‘en rojo’: se contrajo 0.24% en el primer cuatrimestre. Para mayo y junio las expectativas son poco halagüeñas, pues el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cree que no habrá mejoras en esos meses.
Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research, comentó que con datos ya disponibles sugieren que la recuperación en el segundo trimestre será acotada.
“Por un lado mejora producción de electricidad abril - mayo; nuestro indicador de inversión total mejora en abril -mayo; pero consumo interno de cemento sigue contrayéndose a tasa de dos dígitos, inversión pública en abril -mayo en negativo; y nuestro indicador de consumo en tiempo real sugiere debilidad en el gasto de las familias”, subraya.
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Con esto, el BBVA Research prevé un crecimiento en el segundo trimestre por debajo del 1%. “Posiblemente alrededor de 0.8%”, detalla.
Es más, el economista señaló que, por ejemplo, el no tener la primera temporada de pesca norte - centro, va a restar 1.3 puntos porcentuales al crecimiento de mayo. “Esto es más de una décima en el año”, dijo.
Un 2023 con sesgo a la baja
En un contexto así, el banco ajustó a la baja su proyección de crecimiento del PBI para el 2023 desde 1.9% a 1.6%. De hecho, hay sesgo a la baja para este año. “La corrección a la baja en el 2023 se explica principalmente por el impacto negativo de las anomalías climáticas, en particular el Fenómeno de El Niño”, resalta Perea.
El escenario base contempla un contexto externo retador: elevadas tasas de interés por algún tiempo más y moderación del crecimiento global: y desde el lado local: fenómeno El Niño Costero en 2023 (de intensidad fuerte hasta agosto y luego moderada en lo que resta del año) y en el primer trimestre 2024 (de intensidad débil - moderada).
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También se considera un mayor gasto público para prevenir los impactos de El Niño en 2024; relativa estabilidad (aunque precaria) del Gobierno de Dina Boluarte; y mayor producción minera (Quellaveco) y gradual mejora del turismo receptivo.
Sin embargo, los riesgos bajistas se sustentan en un fenómeno El Niño de mayor intensidad o con impactos más sensibles y renovadas tensiones políticas y sociales. “Los riesgos para este año son a la baja. (...) porque El Niño costero se sigue desplegando. Tenemos la previsión del Enfen pero esta comisión ha ido revisando sus informes y poniendo un escenario cada vez más complicado”, detalla.
Explica que su proyección para este año todavía asume que habrá una temporada de pesca de anchoveta. “Pero eso podría no ocurrir. Si continúan las anomalías climáticas, si el proceso de desove es atípico y se ve afectado por el calentamiento del mar, tal vez la cuota que se asigne para la segunda campaña, hacia octubre - noviembre, sea menor. Eventualmente se podría posponer también esa campaña. Entonces hay un riesgo bajista vinculado a pesca”, argumenta.
Entorno global: Se refuerzan las perspectivas de que el crecimiento y la inflación se moderarán: al ajuste monetario se suman condiciones crediticias más apretadas. Inflación continuará cediendo, aunque será más persistente que lo anticipado, contexto en el que las tasas de interés seguirán altas por algún tiempo. Previsiones para el PBI 2023 son al alza por demanda robusta, pero a la baja en 2024 por impacto rezagado de condiciones monetarias y crediticias más apretadas. Sobre el cobre, aumenta la oferta por entrada en producción de algunos minas grandes, pero demanda se elevará de manera importante en adelante; en ese contexto BBVA Research prevé corrección a la baja en el precio promedio del cobre en 2023, pero visión constructiva hacia adelante.
El impacto en la pobreza
En el 2022, la tasa de pobreza monetaria aumentó a 27.5% (9.2 millones de persones, es decir, 628,000 más con respecto a 2021). Para este año no hay expectativas positivas pues para el BBVA Research continuaría su senda de crecimiento.
“Se va a ubicar en niveles por encima de 28% (exactamente, 28.6%)”, dice Perea. El descenso de la pobreza -explica- se dio cuando la economía crecía a tasas mayores. Para reducir pobreza de manera estructural y sostenida lo primero es crecer porque transmite las mejores de las condiciones de empleo, la dinamiza de los pequeños emprendimientos, se genera prosperidad, subraya.
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“¿Qué necesitar para un crecimiento acelerado? Se tiene que relanzar el crecimiento. Se deben tomar medidas para fomentar la productividad, la competitividad. Hay esfuerzos que ya se hicieron como el Plan Nacional de Competitividad y Productividad que publicó el MEF en el 2018, además hay una serie de iniciativas que están ahí y que ojalá tuvieran espacio de discusión y eventualmente aplicación”, destaca.
Mientras se busca como apuntalar la economía, en el corto plazo -apunta- se debe contener la desaceleración. Comenta que “el Gobierno está bien enfocado con los programa Con Punche Perú, pero sobre todo el apoyo a las familias vulnerables, es importante que esta medida se implemente rápidamente”.
Perea recordó que la inflación ha sido uno de los factores que han implicado la pobreza de 2022. “Como se sabe el gasto de las familias de bajo recursos en alimento es mucho mayor, ellos se han visto más deteriorado sus gastos. Las personas de ingresos más bajos, sus gastos se ha reducido en el 2022″, señala. Al cierre de este año, se proyecta una inflación por debajo del 4% y el próximo año al interior del rango meta.
“A corto plazo se podría hacer un esfuerzo conjunto de todas las autoridades Ejecutivo, Congreso y partidos políticos de todas las tiendas, eliminar la incertidumbre, generar entorno de mayor confianza, atraer inversión minera”, puntualiza.
Economía para el 2024. Se ajustó a la baja desde 3% a 2.6%, sobre todo, por el entorno internacional.