Desde el último fin de semana se han registrado una serie de protestas en diversas regiones del país, reclamando el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones, incluso en algunas zonas se incluye la restitución de Pedro Castillo como presidente de la República. La zona sur es donde en un inicio se concentraron las protestas, en especial en Apurímac y Arequipa, lo que pone en riesgo la producción minera y con ello, el crecimiento de la economía de este año.
Precisamente el sector minero sería el que sentiría los primeros impactos de las protestas en el país, especialmente porque en Apurímac el corredor minero de Las Bambas se encuentra operando a menos de la mitad de su capacidad desde el mes de octubre también por conflictos sociales en la zona.
“En esta coyuntura están amenazados algunos sectores porque se les ve como una forma de ataque directo al país. Minería y energía probablemente sean los más afectados en este momento. Ya hay amenazas directas de atacar campamentos”, afirmó el jefe del Sistema de Información de Macroconsult, Eduardo Jiménez.
Similar opinión la tiene el economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, quien afirmó que con la información que se maneja hasta el momento y tomando en cuenta que el corredor minero del sur ya estaba afectado es la minería uno de los sectores más sensibles para sentir el impacto de las protestas.
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Impacto en el PBI
Eduardo Jimenez afirmó que en caso las protestas escalen en el sector minero se podría tener un menor crecimiento de la economía este año. El consenso del mercado estima que el PBI crecería 2.6% en el 2022, de acuerdo con el reporte LatinFocus Consensus Forecast de FocusEconomics. Para el cuarto trimestre se espera un avance de 2.2% hasta el momento.
“Si se toman campamentos o minas grandes la cosa puede cambiar drásticamente este fin de año. Aún quedan 15 días de diciembre y si la cosa se pone muy caliente la economía podría crecer menos este año”, dijo Jiménez, quien añadió en el escenario actual no puede adelantarse a cuantificar este impacto.
Por su parte, Perea dijo que el golpe en la economía dependerá de que tanto se alargue el conflicto, pues si tiene una corta duración solo tendría un impacto acotado.
Otros sectores
Además de la minería, hay otros dos sectores que también serían impactados con la situación de protestas violentas que se viven en el país: comercio y transportes.
Según Hugo Perea, el impacto del sector transporte podría traducirse en un incremento de la inflación, por una posible escasez de alimentos u otros productos, pero además se vería en el PBI, porque se está produciendo menos en el sector con la paralización de las carreteras.
Además, respecto al sector comercio Jiménez afirmó que es un sector que tiene a “sufrir bastante” con estas paralizaciones, básicamente si es que se dan en las ciudades. “Con esta situación este sector se apaga”, añadió.
Las Bambas, Antapaccay e Inmaculada serían las más afectadas
Carlos Gálvez, experto en temas mineros
El sector minero ya viene golpeado desde hace varios años y (este golpe) se exacerbó con el gobierno de Pedro Castillo. En la situación en la que se encuentre el Perú es probable que se busque radicalizar acciones contra algunas operaciones mineras como el caso de Las Bambas, Antapaccay e insistirán en el caso de Inmaculada.
No creo que vayan a tener muchas más manos para poder atacar más operaciones mineras, porque la intención de los grupos que protestan es impactar en lugares visibles como es el caso de Arequipa donde se atacó el aeropuerto y la planta de leche Gloria.
Es difícil que se puedan impactar zonas que ya han sido afectadas y que no los pone en la vitrina y por ello el énfasis está en las ciudades. El atacar a una mina, que no está en una zona visible, hoy no da réditos y no es noticia. Por ahora no se extenderían a otras operaciones mineras, porque no les da visibilidad.