En la actualidad, existen cerca de 600 cooperativas agrarias que han logrado acceder a financiamiento externo, nuevos mercados e integrarse a la cadena agroexportadora con valor agregado gracias a certificaciones orgánicas y de comercio justo; y, este año, se espera concretar la creación de cerca de diez cooperativas adicionales, afirmó Lorenzo del Castillo, gerente de la Junta Nacional del Café (JNC).
Así, en el norte del país dos nuevas cooperativas arroceras esperan formalizar su creación este 2022. En la zona centro, los productores de palta Hass así como de criadores de cuy también estarían dispuestos a formar cooperativas con el objetivo de abrirse a nuevas oportunidades en el mercado local como extranjero. Lo mismo ocurre con el algodón, tras reactivarse su producción por los buenos precios, señaló.
“Hemos visto un crecimiento importante de cooperativas arroceras y de papa. En Ayacucho se están organizando los productores de palta; en Cajamarca, de cuyes; en Satipo (Junín) en forestal, quienes incluso han empezado un plan de expansión”, refiere el representante de la JNC, uno de los primeros sectores en conformar sus cooperativas en el país.
Así, este ”tejido empresarial rural que no le ha costado nada al Estado”, como lo denominan los gremios agrarios, ha tenido avances importantes en las últimas dos décadas.
Según información de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), hay 80 cooperativas de café (de las 180 en total) que han logrado exportar directamente sus granos. El mismo paso han dado 20 cooperativas de cacao, 15 de banano, ocho de granos andinos y cuatro de espárragos y frutas, como los cítricos.
Una ventaja del cooperativismo -comenta Del Castillo- es su acceso a financiamiento mediante bancos extranjeros o cooperación -de las 600 cooperativas, 200 califican para este beneficio- cuyos recursos luego se destinan para la construcción de nuevos almacenes, capacitación, investigación, desarrollo de vías, programas de control de plagas, salud, entre otros, que permitan la negociación de los precios en el mercado local y asegurar el mercado internacional.
Indicó que cooperativas reconocidas como Norandino o Acopagro, así como Cenfrocafé, acceden a financiamiento equivalente a más de 50% del valor de sus activos de garantía. Los más pequeños pueden obtener créditos hasta por un valor del 20% de sus activos.
No obstante, añade que son a tasas de interés más altas que los créditos del fondo Agroperú (3.5%), un programa administrado por el Banco Agropecuario (Agrobanco) que restringe la participación de las cooperativas por norma.
Pese a ello, las cooperativas han seguido perfeccionando su modelo. Del Castillo cita un caso, la cooperativa agraria Sol y Café, en Cajamarca, que ha instalado un colegio cooperativo donde se educa a los hijos de los socios sobre el modelo cooperativo. También han implementado un centro de innovación tecnológica para lograr la diversificación de sus productos.
Expuestas al embargo
Sin embargo, pese al aumento de cooperativas agrarias en Perú, éstas se encuentran expuestas a ser intervenidas por la Sunat, manifiesta Del Castillo. Y es que ha pasado casi un año desde que se aprobó la Ley N° 31335, Ley de perfeccionamiento de la Asociatividad de los productores agrarios en cooperativas agrarias, que incluye la eliminación de la doble tributación en esta actividad.
Asimismo, permite un Impuesto a la Renta de 15% al 2030 a aquellos actos de comercio, es decir, los que se realicen entre la cooperativa con terceros. Sin embargo, a la fecha no se reglamenta.
“Las consecuencias para las cooperativas agrarias es que se ven impedidas de presentar sus declaraciones mensuales de referencia tributaria y eso las hace vulnerables a ser intervenidas por la Sunat e incluso a que se les embargue algunos activos. Además, están expuestas a que Registros Públicos rechace la inscripción de poderes”, explica.
En esa línea, indicó que en enero, cuando comenzó la inscripción de las cooperativas ante el Registro Nacional de Cooperativas Agrarias, solo 300 se presentaron.
Anotó que a nivel regional, la Sunat está anunciando a las cooperativas que están en situación de “incumplimiento” respecto a sus declaraciones tributarias a acogerse al régimen general tributario. “Significa pagar una tasa de 29.5% de Impuesto a la Renta cuando la agroexportación tiene una tasa de 15%”, señaló.
Las cooperativas han tenido una primera reunión con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), de la que esperan una acción rápida ante la situación del sector agrario.
“El que se opone a la reglamentación de la ley es el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) porque no entienden el acto de representación en un sistema cooperativista. Además, señalan que las cooperativas que quieran recuperar el crédito fiscal deben hacerlo mediante operaciones individuales, tendrían que armar su contabilidad cada uno pero con los ingresos que tienen no puede cubrir ese gasto, y es por eso que existen las cooperativas”, finalizó.