El cierre de restaurantes, hoteles y cruceros a nivel mundial por el coronavirus ocasionó una importante caída de la demanda de productos marinos, entre otros alimentos, lo que ha impulsado a la empresa de productos hidrobiológicos congelados Dexim -cuya planta está ubicada en Paita, Piura- a idear nuevas estrategias para recuperar sus niveles de ventas.
La empresa congela alrededor de 70 toneladas de productos marinos cada día, principalmente merluza, pota y calamar. El 90% lo destina a las exportaciones y el 10% al mercado interno, sin embargo los principales países receptores de estos productos, China, Europa y los Estados Unidos, redujeron su demanda desde inicios de año por las cuarentenas establecidas por sus respectivos gobiernos y/o la crisis económica global.
“En estos momentos estamos manteniendo los niveles de exportación que teníamos antes de la pandemia. Hasta mayo los envíos habían caído significativamente, entonces buscamos nuevos mercados y desde junio ingresamos a ellos, lo que nos ha permitido ahora, en agosto, tener nuestra planta trabajando en toda su capacidad”, sostuvo el gerente general de la empresa, Carlos Milanovitch Nieto, en diálogo con Gestion.pe.
Estos mercados son los de Indonesia, Malasia, Arabia Saudita, Irán, Irak, Egipto y seis países africanos que la empresa no especificó. “Los requisitos sanitarios de estos países no son tan complicados como los de Japón o la Unión Europea. Son países en los que nunca antes habíamos pensado, porque funcionábamos bien con los destinos que teníamos, pero la cosa se puso difícil con la pandemia y eso nos obligó a mirar hacia otros mercados”, agregó el empresario.
Por otro lado, sostuvo que hasta la fecha la empresa no ha tenido dificultades por los controles de COVID-19 realizados por las autoridades chinas, que sí han detectado el virus en envíos realizados por empresas de Brasil y Ecuador. “Es algo que no nos preocupa porque todavía está en estudio, no se sabe con certeza qué sucedió y podría tratarse de una maniobra de un comprador grande para sacar del mercado a otros compradores”, comentó Milanovitch.
Otra decisión tomada por la empresa a raíz de los reveses causados por la pandemia es lanzar en el mercado nacional una línea de embutidos marinos, que si bien ya tienen cierta popularidad en el exterior, serían novedosos en el Perú y se comercializarían en los principales supermercados.
El primer producto saldría al mercado en dos o tres semanas: serán una salchichas de merluza (pescado de carne blanca), al que le seguirá el filete de merluza y posiblemente unos filetes de pota, aunque estos últimos todavía están en proceso de evaluación.
Se trata de productos de precios módicos, que buscan adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor local, afectado por la recesión que vive el país. Con ellos, Dexim busca que el mercado interno pase de representar el 10% a ser el 30% de sus ventas totales.
A pesar de la situación económica adversa a nivel global, con los cambios que se ha propuesto la compañía esperar crecer en 25% este año y así pasar de facturar US$ 25 millones en el 2019 a alcanzar los US$ 30 millones al cierre del 2020.
Dexim recientemente inauguró una planta de tratamiento de efluentes en Paita -localidad donde opera su planta industrial- que implicó una inversión de US$ 1.5 millones. “En Paita no existe una red de desagüe y nosotros expedimos diariamente unos 300 m3 de efluentes, que al ser purificados en esta moderna planta, permite reforestar los alrededores, donde ya hemos sembrado algarrobos”, expresó el gerente general.