Los hechos que marcaron los primeros 100 días del gobierno de Castillo
Elmer Cuba
Existen dos etapas del gobierno, una primera dominada por Perú Libre y Cerrón (cuyos “accionistas” han perdido poder), y una segunda, en donde existe más participación de una izquierda mas democrática. Este nuevo gobierno, al haberse conformado rápidamente, tiene un plan de gobierno aún débil, que presenta carencias en materias de crecimiento económico, desarrollo social, inversión en educación y salud, entre otros. En cambio, se ha elegido perseguir una reforma tributaria que busca golpear a los que ya pagan, en lugar de enfocarse en la verdadera fuente de desigualdad tributaria: la evasión (50% en el caso del IGV y 38% en la renta de tercera). Los errores de diagnóstico y las posiciones tomadas en los primeros 100 días están llevando al país al estancamiento en lugar de promover el bienestar de los sectores con menos ingresos (justamente aquellos que eligieron al gobierno).
Hania Pérez de Cuellar
Tanto los gobiernos de transición como los de cinco años tienen un proceso de adaptación que toma tiempo. El actual gobierno, así como la oposición, aún se están acomodando, aunque en este caso, se puede argumentar que cuajarse ha tomado mucho y que esto se puede ver reflejado en el desempeño negativo de algunos indicadores y proyecciones. En estos meses, el gobierno se ha dado cuenta de que no es mayoría y de que existe una gran oposición, muchas veces combativa, por lo que para poder gobernar va a necesitar escuchar, dialogar, negociar y concertar. Independientemente de las ideologías, para cumplir las promesas por las cuales fue elegido, un gobierno debe conformarse con un equipo solvente éticamente y también técnicamente. En ese sentido, una de las grandes debilidades en estos 100 días ha sido el nombramiento de autoridades muy cuestionadas, no solo por su pasado, si no por su solvencia para manejar políticas públicas.
Carlos E. Paredes
En el campo monetario, una de las decisiones más importantes del actual gobierno fue asegurar la independencia del BCRP mediante el nombramiento de profesionales serios en el Directorio y la confirmación de Julio Velarde como su presidente. Con respecto a la política fiscal, el proyecto de presupuesto enviado al Congreso es moderado y va en la dirección correcta. Por lo tanto, no hemos visto materializarse los peligros que se anticipaban en términos del manejo macroeconómico. Sin embargo, la calidad del gasto público no es tan fácil de medir en cifras y solo se puede asegurar mediante la designación de buenos funcionarios. Aquí, el gobierno actual ha flaqueado en estos primeros 100 días, cuya factura vamos a pagar todos los peruanos, en especial los de menos ingresos. Al respecto, creo que el aparente rompimiento con el ala cerronista es una fuente de optimismo, pues constituye una oportunidad para que Pedro Castillo invite a gente con experiencia para que lo ayude a gestionar al Estado.
Alexandra Ames
Si bien 100 días no son suficientes para cambiar al país, especialmente en un contexto de pandemia, son claves para marcar la pauta a través de una hoja de ruta o señales sobre hacia dónde se dirige el gobierno. Al no haber claridad sobre este último punto, el balance de los primeros 100 días no puede ser positivo. No obstante, pese a la inestabilidad económica y política, algo positivo que debemos resaltar es que el gobierno no hizo cambios radicales y mantuvo agentes claves en el MINSA y otras instituciones involucradas en el proceso de vacunación que han asegurado que, a pesar de haber empezado tarde, la vacunación haya alcanzado un ritmo interesante. En lo negativo, un gran desacierto han sido los nombramientos de muchos funcionarios sin las credenciales correctas. Un gobierno que apuesta por el cambio, necesita de los mejores profesionales posibles. Urge promover una reforma y fortalecimiento en el servicio civil, tema muy ausente en el discurso del gobierno. Mirtha Vásquez marca un hito dentro de los primeros 100 días de Pedro Castillo, que se ve reflejado en la capacidad de este último de escuchar a la oposición y estar abierto al dialogo. Esta señal de apertura y sensatez le va a permitir al gobierno construir más, pero solo si la oposición toma la misma postura; de lo contrario, la oposición se parecerá a lo que más critica: al cerronismo.
Reformas políticas y cambio de Constitución, y relación entre Ejecutivo y Congreso
Hania Pérez de Cuellar
Cuando se plantea una nueva Constitución, se lee detrás no solo el planteamiento de un nuevo pacto o contrato social, sino que también se está planteando una reforma estructural del Estado. Para eso, es necesario no sólo hacer pequeñas reformas o proyectos de ley, como se han planteado hasta el momento, sino que tenemos que retroceder y plantear claramente cuál es esa visión del “nuevo Estado” que queremos para resolver estas demandas justificadas, estos dolores que hemos vivido en los últimos casi 200 años. En esa línea, se necesita un diseño adecuado de estas reformas estructurales y una gran capacidad de gestión para implementarla, así como financiamiento para ejecutarla.
Un cambio de Constitución no se puede plantear en un contexto tan polarizado como este. Es necesario buscar esos espacios donde se abra el debate y se pongan las cartas sobre la mesa. Estamos en una democracia donde se construye de manera colectiva esa visión que queremos. El Ejecutivo plantea una propuesta, y el rol de la oposición en este momento es trascendental, pues tiene que revisar en los eventos recientes cuál ha sido su comportamiento frente al debate político y de políticas públicas. Necesitamos una oposición seria, vigilante y responsable pero, además, que tenga capacidad de propuesta o de contrapropuesta.
¿Introducir el cambio de Constitución, qué tanto polariza, dificulta o facilita todo lo que mencionas?
Sin opinar sobre si estoy a favor en contra de una nueva Constitución, se tiene que medir los tiempos y temperatura. No sé si este sea el momento para poner esto (cambio de Constitución) en la agenda. Lo que sí es seguro es que se necesita abrir un debate serio y alturado sobre políticas del país. Ya hemos tenido experiencias anteriores donde existen foros donde se puede conversar sobre estos temas. En el caso de la reforma tributaria, por ejemplo, ¿era el momento prudente para plantearlo? Es el tipo de preguntas que se tienen que hacer. Se tiene que tomar la temperatura al país para saber qué se ofrece y cómo se ofrece.
Elmer Cuba
¿Cómo ves tú el manejo de la política macroeconómica y el empleo en los próximos meses y que es los márgenes qué es lo que puede hacer el Gobierno?
La estabilidad macroeconómica es un requisito necesario para el desarrollo, pero no es suficiente. Estamos en un récord histórico de los términos de intercambio, pero no estamos yendo a la velocidad que tendríamos que ir por el estancamiento esperado de la inversión. Es un problema que haya voces que señalen que, apenas se pueda, se cambiará el modelo económico. El gobierno va a tener que “aprender a palos”. Aprendieron que no se puede estatizar el gas porque no tienen ni los votos, ni la plata, y la masificación no depende del Consorcio de Camisea. Es un gobierno muy lejano a la empresa privada, y lo que no conoces da miedo al principio. El aprendizaje va a tener un costo: el crecimiento bajo y las expectativas de inversión que estamos teniendo, preocupante sobre todo en un país cargado de urgencias. Si el gobierno no es popular y la economía no despega, el gobierno puede quedar muy solitario. Y dado su peso en el Congreso hay un riesgo de gobernabilidad. El presidente Castillo está obligado a ser exitoso, por el bien de todos. Para ser exitoso, tiene que arrear varias banderas, y no veo que lo esté haciendo en el corto plazo
¿Cómo controlar las expectativas del ciudadano de a pie, que quiere resultados en el corto plazo? ¿solamente con subsidios y bonos, o cómo manejar este tema?
Los subsidios o bonos, al gas por ejemplo, no sostienen una aprobación presidencial. La única manera de hacerlo es que la gente tenga empleo y mejores salarios. Si no se cambia el discurso o las formas, no va a cambiar la aprobación. La única manera es relanzar el crecimiento económico, y no se ve eso en el corto plazo.
Alexandra Ames
¿Cómo respetar y construir una carrera de servicio público ?
La clave es que los funcionarios puedan tener una carrera meritocrática. La meritocracia no solo puede estar basada en cantidad de años de experiencia (indicador cuantitativo), sino tomar en cuenta indicadores cualitativos (calidad), para que en el futuro se tomen mejores decisiones. Esto solo se logra con la gestión basada en datos. ¿Cuántos de los funcionarios públicos de hoy toman decisiones en función al público objetivo que quieren atender o a los resultados? Mi experiencia trabajando con funcionarios públicos me ha permitido observar que esto no se debe a falta de compromiso necesariamente (como la gente suele pensar desde afuera), sino que el esfuerzo o compromiso asumido no es costo-efectivo. En el Perú tenemos 180 mil millones de soles de presupuesto, de los cuales 80 mil millones son destinados a 80 programas presupuestales orientados a mejorar la vida de los peruanos en distintos aspectos (seguridad ciudadana, agua, educación, etc.). El objetivo es que estos recursos se transformen y generen valor y un impacto importante. De estos 80 programas presupuestales, apenas 10 tienen evaluaciones de impacto serias y rigurosas. Es decir, 70 programas no tienen certeza alguna de si generan resultados positivos sobre la población. Además, no siempre se utiliza la poca evidencia que existe para la toma de decisiones.
¿Qué se requiere para tener un mayor número de programas presupuestales evaluados?
Es un tema de cultura. No estamos acostumbrados a trabajar sobre la base de información. Tenemos miedo a que se muestren los errores públicamente y preferimos trabajar a ciegas antes de admitir que alguno de nuestros programas no está funcionando. Esto principalmente motivado por la pérdida de la estabilidad laboral.
Carlos E. Paredes
¿Qué desafíos ves en términos de políticas sectoriales?
Ha habido una rotación importante de altos funcionarios en los diferentes sectores; se ha incorporado a gente sin las calificaciones y experiencia necesarias, no solo en los ministerios, sino en otras instituciones y empresas públicas, en las que ha habido grandes retrocesos. Un ejemplo de esto es Indecopi, una institución crucial para asegurar que los mercados sean competitivos y asegurar que la economía funcione en beneficio de todos. Se necesita atraer a profesionales de primer nivel a los sectores para poder avanzar, pero esto no es lo que hemos visto. Es como poner a gente sin experiencia alguna en cirugía, ni siquiera en enfermería, a operar en un quirófano. El pronóstico del paciente definitivamente no puede ser bueno.
Aquí, el aparente rompimiento de Castillo con el ala cerronista brinda una gran oportunidad al actual gobierno. Ahora no tendrán que desesperarse porque la gente de Perú Libre no cumple con las condiciones mínimas para los puestos que quieren copar, sino que se podrán concentrar en atraer a gente altamente calificada. Hay oportunidades de mejorar políticas sectoriales concretas en base al diálogo entre el gobierno y la oposición, reduciendo así la incertidumbre. Solo tendiendo puentes y generando consensos podrá el actual gobierno podrá hacer una gestión ordenada que contribuya al bienestar de los peruanos.
Sugerencias claves que el gabinete debería abordar para reducir la incertidumbre en los agentes económicos
Elmer Cuba
El gabinete debe olvidarse del tema constituyente. De acuerdo con las últimas encuestas, este no es uno que preocupe a los peruanos, solo a un grupo politizado. Se puede y se debe trabajar con lo que se tiene. Asimismo, se debe mejorar la coordinación en la gestión pública, sobre todo a nivel microeconómico. Se debe resolver los problemas de reglamentación y de acción colectiva, que inhibe la competencia e inversión privada. Por otro lado, resolver el tema laboral es primordial. Existe un elefante en la sala llamado informalidad laboral. Un tercio del sector urbano es independiente, ¿qué se le está ofreciendo? Finalmente, se debe plantear propuestas contra los temas ilegales, como minería ilegal, narcotráfico y tala ilegal. Con una lista de propuestas claras se podría ganar el apoyo de los medios y de la población. Siendo el primer gobierno de izquierda en 20 años, ¿cuáles son sus propuestas? Si solo tienen una cuasi segunda reforma agraria, o quitar la parte no imponible del impuesto a la renta y subir el impuesto marginal, sería una decepción tanto para la población como para la izquierda misma.
Hania Pérez de Cuellar
Principalmente se tiene que mejorar el actuar. En segundo lugar, cambiar el mensaje de que los empresarios están en contra del gobierno. La mayoría no está en contra, si no muy preocupado por la estabilidad. Actualmente, la población se divide en opositores, oportunistas y “ninis” (no saben, no opinan). Estamos huérfanos de constructores y edificadores. Se necesita un sector empresarial dispuesto a ser constructor. Ellos saben evaluar el costo de oportunidad y el riesgo. Existe actualmente en el empresariado una desventaja comparativa, porque no tener las reglas de juego claras lo hace sentir en desventaja. Se debe convertir esta desventaja en una ventaja competitiva: onnovación, liderazgo y estrategia de diferenciación. Si se traslada esta visión a la gestión política, se puede generar una oportunidad muy grande. Por otro lado, a través de los gremios, se puede proponer políticas concretas sobre las vías o rutas para cubrir los espacios vacíos, traer nuevas ideas. Además, pueden tomar roles de liderazgo que se involucren con los cambios. Finalmente, se deben recuperar espacios como el CADE, en donde se dan aportes desde el sector privado. Volver al Acuerdo Nacional descentralizado, donde se pueda recoger opiniones no solo del establishment limeño, sino de todas las regiones.
Alexandra Ames
El gabinete debe empezar a preguntarse y agendar la reforma de servicio civil y la reforma del Estado para convertir los escasos recursos públicos que tenemos en progreso para las personas. Si no mejoramos el aparato estatal, de nada sirve ponerle gasolina a un motor que no camina. Es necesario contar con valores vinculados a la innovación y existe necesidad de tener empatía con los ciudadanos a los que se dirigen las políticas públicas. Finalmente, debe tener en cuenta que existe un momento para los cambios, que no necesariamente es el cambio de una Constitución, este se genera desde adentro. genera desde adentro.