Para el 2022 los institutos y sus representantes ya vienen discutiendo cómo sería el retorno hacia la semipresencialidad en las aulas. Las nuevas medidas que deben tomarse para el distanciamiento social conlleva a generar mayor inversión, sumado a la variación del tipo de cambio generará un aumento de pensiones, explica Julio Cárdenas, presidente de la Asociación de Institutos y Escuelas de Educación Superior (Asiste Perú), a Gestión.pe.
El primer factor está relacionado al aforo de las clases que se llevarán a cabo hacia el retorno a las aulas. Se tiene previsto que las clases de laboratorio tendrán que repetirse en dos horarios distintos, lo que también ocasionará el aumento del pago por horas trabajadas a los maestros, o por el contrario se tendrá que ampliar este tipo de aulas, pero también generaría duplicar los costos. Por su parte, las clases teóricas se llevarán hacia la semi presencialidad, lo que ocasiona otro factor.
El segundo factor es la conectividad a internet, puesto que si antes se contaba con una capacidad de aproximadamente 40 estudiantes por aula, para el próximo año solo se contará con 20 y los estudiantes restantes deberán seguir la clase desde su hogar. Ante esto, será necesario instalar un sistema de videoconferencia en cada aula junto con una mayor banda ancha, software y nuevas estrategias de enseñanza de aprendizaje que el profesor debe adquirir para atender a los alumnos que están en clase y a los virtuales. Recordando además, que cerca de 15,000 profesores de institutos tuvieron que recibir clases particulares y tercerizadas por parte de los institutos para aprovechar las plataformas de clases virtuales.
El tercer factor, está relacionado al aumento del precio de alquiler en los locales de institutos. La mayoría de alquileres para estos centros de estudios se pagan en dólares, esto sumado a las variaciones en el tipo de cambio (que ya se encuentra por encima de los S/4) y la inflación no traería buenos resultados.
Como cuarto factor está la renovación de equipos tecnológicos para laboratorios y talleres. Cada año se compra equipamiento nuevo y se realizan actualizaciones a las computadoras para estar a la vanguardia del avance académico. Sin embargo, en el 2020 y 2021 no se realizaron compras ante la pandemia, pero para el 2022 será necesario adquirir no solo nuevos equipos, sino aumentar la cantidad para asegurar el debido distanciamiento social y las nuevas normas de sanidad en las aulas. De igual manera, estos equipos son pagados en dólares, lo que también será perjudicial para los estudiantes ante el aumento de pensiones.
Cárdenas explica que de momento no se conoce en cuanto llegaría a incrementarse el costo de pensiones en institutos, más aún con la inestabilidad económica y política que se viene ejerciendo en el país, pero desde este año ya se viene proyectando los factores que implicarían este aumento.
Morosidad en las pensiones
Por otro lado, los niveles de morosidad en las mensualidades de los institutos ha vuelto a casi los niveles que se tenía antes de la pandemia. En el 2019, el nivel de morosidad estaba en 16%, para el 2020 la cifra creció drásticamente hasta llegar al 26%, ocasionado perdidas de aproximadamente S/100 millones, pero para este año ha vuelto a disminuir en un 17%.
Cárdenas explica que entre el 50% y 60% de los jóvenes de institutos, estudian y trabajan a la vez. Además, este año un gran porcentaje logró recuperar sus empleos y terminar de pagar deudas en los institutos.
“Un alumno se puede matricular y estudiar todo el ciclo sin necesidad de pagar alguna pensión, pero la situación se complica el siguiente ciclo, cuando tiene que pagar la deuda anterior más la nueva matrícula y eso se vuelve complicado”, comenta.
Estas situaciones ocasionan la deserción anual de institutos, puesto que en el 2020 se incrementó a 38% y este año bajó al 20%, cifra que sigue siendo alta comparada al 2019 cuando era de 18%.
Ante esto, Cárdenas menciona que los institutos otorgaron diversas facilidades de pagos para los estudiantes, entre ellos se encontraban créditos de pago, descuentos para estudiantes sobresalientes sin cobro alguno de mora o intereses o refinanciamientos en las cuotas. Sumado a esto el acceso a la Beca Continuidad de Estudios otorgado por Pronabec que admitió a cerca de 3,000 estudiantes de institutos.
“El 90% de institutos ampliaron su cobertura de facilidades, si antes de cada 100 chicos se ofrecía apoyo solo 20, esa extensión se agrandó a 50 o 60″, precisa.
Por otro lado, la demanda de carreras técnicas ha variado, puesto que hasta el 2019 las más solicitadas eran administración de empresas y contabilidad, este año hay mayor registro en enfermería técnica y en técnico de farmacia. Dos especialidades que se proyectan ante la necesidad laboral que ocasionó la pandemia.