El Clúster de Banano Orgánico ubicado en el departamento de Piura planea renovar el 100% de sus plantaciones, de forma progresiva, en un plazo de cuatro o cinco años, con el fin de incrementar su productividad.
Diego Balarezo, gerente del clúster, indicó que la mayor parte de las cerca de 10,000 hectáreas de plantaciones de banano orgánico existentes en Piura han sido cultivadas con material genético que ya posee más de 20 años de antigüedad, por lo cual su productividad es baja.
Para cambiar esta situación, el clúster que reúne 3,000 ha de banano planea mejorar los cultivos con nuevo material genético importado o desarrollado por su propia cuenta. Como resultado, estas hectáreas podrían elevar su productividad hasta en un 20%.
Sin embargo, este cambio debe ser gradual, puesto que la mayoría de productores entran en las categorías de pequeños o medianos. Algunos poseen solo una hectárea y no podrían permanecer de 9 a 12 meses inactivos, esperando a que el banano orgánico vuelva a crecer. “Por eso hemos acordado poner en marcha una renovación por cuartos, que consiste en renovar primero la cuarta parte de una hectárea de banano y esperar a que este crezca para hacer lo mismo con otro cuarto”, adelantó el gerente.
Para que los productores obtengan el financiamiento que les permita adquirir el nuevo material genético, el clúster buscará llegar a un convenio con alguna empresa crediticia.
El primer piloto estaría listo dentro de dos años, según las estimaciones de Balarezo, y dentro de cuatro o cinco años habrá concluido la renovación del 100% de las hectáreas de los asociaciones y cooperativas que forman parte del clúster.
A mediados de este mes, fue presentado el Clúster de Banano Orgánico, un proyecto cofinanciado por Innóvate Perú, con un fondo de S/ 1.8 millones. Está liderado por la organización internacional Solidaridad y conformado por la Asociación de Productores de Banano Orgánico Valle del Chira, la Asociación de Pequeños Productores de Banano Orgánico de Samán y anexos, la Asociación de Pequeños Productores Orgánicos de Querecotillo (APOQ), la Cooperativa Apbosmam y la Cooperativa de Usuarios Agro Bananera San Lorenzo.
Además de la renovación del material genético para los cultivos, el clúster se propone que los productores obtengan la certificación de neutralidad de carbono. “Con esta certificación podríamos llegar a nuevos nichos de mercado, de personas preocupadas por el medioambiente, sobre todo en Estados Unidos y países europeos como Alemania, Holanda e Italia”, explicó Balarezo.
Aclaró que si bien el precio de los bananos en el mercado internacional no se incrementa con la certificación, estima que sí podría llegar a ser mayor en el futuro, puesto que ya existe una preferencia por los productos que gozan de este sello.
Con respecto a las exportaciones totales de banano proyectadas para este año, estimó una caída de entre 3 y 4%, en comparación con el año pasado, debido al incremento de los costos de producción por las medidas para prevenir el COVID-19 y la forzosa inactividad de trabajadores considerados población de alto riesgo.