Después de casi 40 años desde que se creó el Proyecto Especial Chinecas (DS N° 072-85-PCM), el Gobierno Regional de Áncash (en Perú) espera que el proyecto hidroenergético de Chimbote, Nepeña, Casma Sechín (Chinecas) finalmente pueda hacerse realidad.
En declaraciones a Gestión, Koki Noriega Brito, gobernador regional de Áncash, recordó que en abril último se firmó el convenio con la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión), que se encargará de la selección de las empresas para la elaboración de los estudios de preinversión.
“Las TDR (términos de referencia) de preinversión superarán los S/ 50 millones, que lo financiará ProInversión, pero una vez que alcance la viabilidad estimamos, por los datos que tenemos en anteriores estudios, que la inversión de la obra será por más de S/ 2,000 millones”, expresó Noriega.
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El gobernador precisó que el convenio regula el compromiso del Gobierno Regional de Áncash de sanear, tener disponibles y bajo su custodia los terrenos para las obras y las tierras que se planea incorporar.
Por ello, el funcionario resaltó que se interpondrá el principio de autoridad “en caso de tráfico de tierras”. No obstante, dijo que aún hay un 5% del total de hectáreas invadidas.
Noriega estimó que el estudio de preinversión duraría un año y medio. Pasado este plazo, espera, comience la adjudicación del proyecto. “Esperamos que a mediados de 2025 podamos ver luz con el proyecto”, afirmó. Añadió que la modalidad del proyecto se decidirá cuando con el estudio de preinversión sea viable.
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Empleo y agroexportación
En busca de que el proyecto sea integral, Noriega sostuvo que la obra de irrigación generará 350,000 puestos de empleos directos e indirectos.
Agregó que con este proyecto de irrigación convertiría a Áncash en una de las regiones líderes de agroexportación, en mango, palta, uvas y la pitahaya.
Detalló que la agroexportación refleja el 15% del PBI de la región y con Chinecas se superaría el 50%.
“Tenemos miles de hectáreas en zonas desérticas que, por falta de agua, no las podemos aprovechar. Estamos seguros que llevando las aguas del río Santa a la costa, Áncash se convertiría en un potencial agroexportador”, apuntó.
Este proyecto tiene finalidad derivar las aguas del río Santa para irrigar las tierras agrícolas en los valles e intervalles del Santa, Lacramarca, Nepeña, Casma y Sechín en la región de Áncash, además del suministro de recursos hídricos para uso poblacional en las localidades de su ámbito.
Además, cuenta con una primera etapa de obras existentes, las cuales comprenden bocatomas en el río Santa, canales y túneles con extensión hasta el valle de Nepeña.
En sus etapas subsiguientes, el proyecto prevé la construcción de una nueva bocatoma y embalses para la regulación de las aguas del río Santa, como también de la extensión de su canal principal a los valles de Casma y Sechín.
Chinecas en el tiempo
En 1987, se propuso un esquema hidráulico constituido por diversos componentes, a fin de mejorar 28,140 hectáreas (has) e incorporar 11,800 has. Sin embargo, la obra se paralizó en octubre 2001 por razones de orden presupuestal y en julio de 2004, a solicitud del contratista (Consorcio Chinecas), se rescinde el contrato de ejecución.
Desde esa fecha se proponen una serie de adecuaciones y el reinicio del proyecto. En el 2007 se transfiere el Proyecto Especial Chinecas, que estaba en manos del Instituto Nacional de Desarrollo (INADE), al Gobierno Regional de Áncash.
Así, se lanza el proceso de selección para contratar al consultor que elabore dicho expediente, el cual establecía la construcción de infraestructura de riego, a través de la incorporación a la agricultura de 33,053 has de tierras nuevas y el mejoramiento de otras 28,984 has, cifras superiores a lo que se planteó inicialmente.