El proyecto del Aeropuerto Internacional de Chinchero (AICC), en Cusco, está -otra vez- bajo los reflectores. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó que envió una invitación al Consorcio Natividad Chinchero para que se reúnan hoy “a fin de buscar alternativas de solución”.
“El MTC está agotando todas las acciones correspondientes a fin de que la construcción de este proyecto continúe a cargo del consorcio. Prueba de ello, es que el ministro Raúl Pérez Reyes ha sostenido reuniones en el Cusco con diversos actores políticos y sociales en los últimos seis meses”, subraya el comunicado.
¿Por qué el ministerio envió este aviso? Este comunicado aparece después que el congresista Luis Aragón (Acción Popular) declaró en RPP que existía “una amenaza de resolución del contrato de la obra”. El contrato al que hace referencia Aragón es al que se tiene con Natividad.
LEA TAMBIÉN: Constructora española Cubic33 Group y sus planes por desarrollar más de 70,000 m2 en Perú.
Los detalles
El ministro del MTC, Raúl Pérez Reyes, aclaró en el pleno del Congreso de la República, en medio de su interpelación, que “el contrato no está en proceso de resolución”. “No hay un proceso de resolución, no hay documento o mensaje que le hayamos mandado a la empresa respecto a que se vaya a resolver el contrato”, refirió.
¿Cómo se ha llegado a este punto? Gestión ya había informado que la construcción del aeropuerto aún seguía en la “cuerda floja”. A pesar de que el MTC dio un adelanto de más de S/ 40 millones al Consorcio Natividad para continuar con las obras, este monto solo sería un paliativo. Esto porque aún persistía la disputa por los más de US$ 190 millones adicionales que reclama la empresa ejecutora del proyecto para cubrir gastos no previstos.
El ministro Pérez Reyes reconoció ante el Parlamento que el contrato tenía “algunos problemas”, pero estos han sido informados permanentemente en busca de alcanzar una solución.
Lo que sucede, explicó el titular del MTC, es que el contrato está bajo la modalidad de suma alzada por un valor de US$ 427 millones “que no contempla ninguna posibilidad de revisión del valor sobre la base de la inflación”.
“La empresa alega que hay un problema de inflación por US$ 196 millones. Pero, le hemos dicho que en ese contrato se impide cualquier revisión sobre la base de los precios unitarios. No podemos dar una adenda para reconocer ese monto”, subrayó.
LEA TAMBIÉN: Transportistas rechazan propuesta del MTC para nueva ruta camionera Callao-Chancay.
La alternativa planteada
El MTC planteó a Natividad, según el ministro, que “se reduzca el tamaño del contrato” para que mientras la empresa va resolviendo su parte, se pueda ir convocando, a través del PMO del proyecto, y se contrate a una o dos empresas que culminen la segunda parte de la obra.
“La voluntad es que el proyecto siga. En esa línea hemos dado un adelanto de S/ 42 millones para que siga el proyecto. La idea es que trabajemos con el constructor para evitar que la obra se paralice. Esto tiene un límite, como mencionan los congresistas, pero vamos a trabajar haciendo un esfuerzo. (Hoy) tenemos una reunión con la empresa para ver la ruta a seguir. Ellos han manifestado una voluntad de diálogo”, puntualizó.
Fuentes del sector señalaron a este diario que incluso si el contrato con Natividad concluyera, el procedimiento de cara a no frenar las obras en el aeropuerto es que el PMO realice un proceso de procura nuevo. Aún así recordaron que ya sea para el caso de Natividad, y futuras procuras, si bien el PMO hace el proceso, el ministerio de todas maneras da el visto bueno a los planteamientos.
LEA TAMBIÉN: Se alista estudio para definir futuro del proyectado megapuerto de Corío, en Arequipa.
Un riesgo latente
Algunas fuentes del sector también ya habían declarado a Gestión que en caso no se llegara a un acuerdo había la posibilidad de que “estalle una bomba”, en el sentido de que incluso podría ocasionar que el consorcio lleve al Perú a un arbitraje. Aunque hoy subrayan que no tomarían esta decisión, en abril el consorcio declaró que era una posibilidad.
“Uno de los puntos que deriva de esta interacción es que sean reconocidas las áreas de más. Dile a un contratista o albañil que te haga una casa de 200 metros en vez de 150 metros con el mismo precio. Nadie lo va a tomar seriamente. Por lo tanto, vamos a ir a un arbitraje. No sería justo que no se nos reconozca eso por una cuestión de procedimiento”, comentó un representante del consorcio en ese mes.