La tenencia de bonos soberanos en soles por parte de los inversionistas extranjeros se redujo a 43% en el último trimestre del 2022 (a inicios del año pasado se ubicaba en 50%), según data del Banco Central de Reserva (BCR).
Melvin Escudero, profesor de Pacífico Business School y CEO de El Dorado Investments, comentó que el incremento de riesgo del país y la incertidumbre política, más la subida de las tasas de interés de los mercados desarrollados que incrementó los spreads crediticios de todos los emisores de mayor riesgo, han sido factores que explican este comportamiento.
“Los spreads se han amplificado de manera importante, tanto a nivel de mercado de bonos de Gobierno, como a nivel de bonos corporativos. Eso nos ha pasado la factura a nosotros y, en parte, se refleja en un menor interés de los extranjeros por tener papeles locales. La volatilidad del tipo de cambio también ha influido en ello”, apuntó.
En la misma línea, Luis Fernando Alegría, especialista macroeconómico de Seminario SAB, explicó que son dos factores los que jugaron en contra del apetito de los inversionistas por Perú: el tema local con turbulencia política y la crisis, los constantes conflictos mineros, así como los downgrades que le hicieron las calificadoras a Perú; y, en el mundo entero, “el año pasado ha sido terrible para todos los activos financieros”.
“En un contexto donde las tasas de interés subían, los inversionistas dejaron activos riesgosos, estaban en modo risk off. Entonces, ¿qué castigan? Castigan mercados emergentes. Y con China hasta hace unas semanas aún con su política Cero-covid, tenías inversionistas mirando quiénes son más dependientes del país asiático”, anotó.
Hacia adelante
A lo largo de este año y hacia adelante, se esperan cambios en la tendencia. Para Escudero, se prevé que las tasas de interés, especialmente la de la Reserva Federal, toquen techo. Si la inflación responde y empieza a disminuir, los mercados suelen cambiar de tendencia a nivel global.
“¿Qué quiere decir esto? Que habría un gradual incremento de preferencia hacia lo que se llama monedas locales o local currency en el mercado de bonos soberanos, y también en el mercado de bonos corporativos”, remarcó.
Esa tendencia, va a hacer que más dinero internacional, que ha salido de países emergentes, retorne. Apuntó que “es algo gradual, puede tomar uno o dos años, pero ese retorno a países emergentes va a ser selectivo”.
Si mantenemos el orden macroeconómico y se logra la pacificación del país, se debería esperar que regrese la demanda internacional y que la participación de los extranjeros en el mercado de bonos soberanos de Perú se incremente posiblemente a niveles antes del 2015-2020, más de 60%, dijo.
Alegría agregó que si Estados Unidos y la Unión Europea entran en recesión, pero con una China que acelera su crecimiento, el reacomodo de los portafolios se daría a lo largo de este año y podría beneficiar al Perú (porque, entre otros, es un país que no ha perdido grado de inversión).
Se debe precisar que las protestas en el país, desde el lunes, han golpeado ligeramente el costo de la deuda peruana. Las tasas de interés subieron en la última semana.
Comentario
Año bisagra. Para Enrique Castellanos, docente de Economía de la Universidad del Pacífico, el 2023 sería un año ‘bisagra’, es decir, se empezaría a mover el apetito de los inversionistas, habría cambios en la tendencia, pero aún serían acotados.
“La confianza de los inversionistas en la economía peruana si bien tarda mucho en darse, se va muy rápido y eso es lo que nos ha pasado. Este es un año ‘bisagra’. Esperemos que regrese (el apetito), pero no veremos todavía un cambio dramático ni un apetito muy grande por el Perú”, señaló Castellanos.