El bolívar venezolano se desplomó a su nivel más débil en al menos siete meses, rompiendo un periodo de estabilidad luego de la decisión del Gobierno de eliminar seis ceros de la moneda.
El bolívar se debilitó a 5,18 frente al dólar estadounidense en el mercado cambiario paralelo, superando ligeramente los niveles que alcanzó en octubre cuando el Gobierno introdujo una nueva denominación monetaria con seis ceros menos. La tasa oficial, que va a la zaga del mercado no oficial, también ha venido bajando.
Sin duda, el dólar ha avanzado frente a casi todas las demás monedas en medio de la debilidad económica en todo el mundo. Pero dado que Venezuela está en gran medida aislado del mercado global, los movimientos del bolívar son impulsados por fuerzas locales.
La moneda, que contra todo pronóstico sobrevivió a uno de los accesos de hiperinflación más largos de la historia, se depreció un 8% en mayo tras una medida del Gobierno de Nicolás Maduro para promover su uso gravando algunas transacciones en dólares. Es probable que eso afecte los precios y lleve a los venezolanos a recurrir a los dólares por seguridad. La inflación mensual se aceleró al 4.4% en abril desde 1.7% en marzo, según datos del banco central del país.
Para contener el aumento, el banco central vendió niveles récord de moneda extranjera en el mercado cambiario oficial el lunes, alimentando a los bancos locales con alrededor de US$ 77 millones y casi 24 millones de euros, según datos oficiales vistos por Bloomberg.
El bolívar venezolano había perdido tanto valor por años de inflación y depreciación que el Gobierno eliminó 14 ceros desde el 2008. Recientemente, la Administración de Maduro desaceleró la impresión de dinero como parte de sus esfuerzos para estabilizar la moneda. Pero las cifras del banco central muestran que la oferta de dinero aumentó en abril, lo que probablemente contribuyó a la debilidad de la moneda.
Henkel García, director de la firma de análisis económico Econométrica, comentó que no es desenfrenado como lo que se acostumbraba ver en el pasado, pero que es preocupante después de tantos meses de estabilidad en la tasa de cambio.