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La economía peruana continúa su proceso de recuperación, luego de la recesión que registró durante el 2023, su peor resultado en casi tres décadas. El rebote económico es cada más generalizado, observaron desde el Banco de Crédito del Perú (BCP).
“El rebote económico se está dando. Es una buena noticia porque, cada vez, es más generalizado. Los sectores rezagados como consumo interno de cemento y la venta de vehículos, que estaban rezagados, gradualmente, se van moviendo hacia mejores números”, observó Carlos Prieto, gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, durante la presentación “Situación macroeconómica” correspondiente a diciembre 2024.
En esta línea, el economista señaló que el foco debe estar en lo que viene para los primeros meses del 2025.
“Hay que prestar atención en qué parte se ubica la actividad peruana en el ciclo económico”, apuntó. En detalle, recordó que luego de la etapa de recesión, la producción entra a una “fase temprana”, donde se registra el rebote. En la etapa “intermedia”, la actividad gana tracción y crece a un ritmo moderado.
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En este contexto, desde el BCP estimaron que la fase de recuperación de la economía peruana se extenderá durante la primera mitad del 2025. Con esto, sostuvieron su proyección de crecimiento de 2.8%, ante un contexto marcado por el inicio de las campañas electorales del 2026 y, a nivel internacional, de tensión entre Estados Unidos y China, principales socios comerciales del país.
En detalle, mencionaron que el avance de la economía durante el siguiente año respondería a términos de intercambio en torno a máximos históricos, inflación controlada y recuperación de salarios reales, efectos rezagados de una política monetaria menos restrictiva, expectativas empresariales en el tramo optimista este año, una distribución de utilidades favorable en marzo del 2025, entre otros.
Apuntaron como retos para concretar esta recuperación económica que se “enlace” con decisiones de inversión privada de mediano y largo plazo, que el entorno electoral tenga un impacto limitado y un impacto acotado de las renovadas tensiones comerciales y geopolíticas en la economía.
“El primer semestre del próximo año será más dinámico a medida que el ciclo económico madura. El crecimiento entre el segundo semestre del 2024 y el primero del 2025 podría estar entre 3.5% y 4.0% en algunos sectores no primarios”, puntualizó Prieto.
Otro aspecto que destacó en la presentación es que el BCP se suma al grupo de proyecciones que avizoran un incumplimiento del déficit fiscal por tercer año consecutivo.
“Nuestros estimados sugieren que el déficit fiscal cerrará el 2024 en 3.8% del PBI y en el 2025 en 2.6%. Este último nuevamente por encima de la regla fiscal del 2025 (2.2%). Se observará una importante reducción del déficit fiscal durante la campaña de regularización de impuesto a la renta, ante importantes utilidades de empresas mineras en un contexto de pico en precios de exportación el 2024″, anotó Prieto.
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