El Ministerio de la Producción (Produce) estaría en la fase final de la preparación de una norma para posibilitar el monitoreo satelital de embarcaciones extranjeras durante su recorrido por los dominios marítimos peruanos, según indicó Alfonso Miranda, presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (Calamasur).
Al respecto, señala que cada año ingresan al territorio nacional unos 300 barcos procedentes de China y arriban a los puertos peruanos con el objetivo de hacer reparaciones, abastecerse de combustible, hacer transbordo de mercancías o realizar otras operaciones logísticas.
Estas embarcaciones deberían pescar fuera de las 200 millas peruanas, sin embargo son recurrentes las denuncias de pesca ilegal en el dominio marítimo peruano por parte de estos barcos.
Por ejemplo, en octubre de 2018 las autoridades de Chimbote (Áncash) detuvieron una embarcación china con 19 toneladas de pota o calamar gigante, tras haber registrado conductas sospechosas durante su recorrido por el mar peruano. “Ha habido casos documentados de pesca ilegal (por parte de barcos chinos), no solo aquí en Perú sino también en otros países de la región. Es una cosa comprobada”, dijo Miranda a Gestion.pe.
Como consecuencia, los pescadores artesanales–que son los únicos dedicados a la captura de este recurso- encuentran una menor cantidad disponible y, por ende, la producción, el procesamiento y la exportación peruana de pota se reducen.
El Perú es más vulnerable a esta modalidad de pesca ilegal porque ofrece la posibilidad barcos chinos de utilizar sus puertos, mientras Chile, Ecuador, Argentina no se lo permiten.
Cambios
De acuerdo con Miranda Eyzaguirre, también presidente de la Cámara Peruana del Atún, mientras los barcos nacionales dedicados a la pesca artesanal de pota están sujetos a un monitoreo satelital por parte del Ministerio de la Producción y la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, que depende de la Marina de Guerra, sin embargo los barcos extranjeros no tienen esta obligación.
“Nosotros hemos propuesto que a estas embarcaciones, cuando ingresen a un puerto peruano, se les exija tener un dispositivo satelital que permita monitorear su ubicación en tiempo real de forma permanente. El mismo dispositivo se de uso obligatorio para las embarcaciones artesanales de Perú, entonces, con mayor razón debería serlo para estas embarcaciones extranjeras, que muchas veces no tienen una conducta adecuada”, agregó.
En esa línea, destacó que el Produce ya se encuentra en la fase final de la preparación de una norma para introducir estos cambios. “Se nos informa que ya está en proceso. Creo que (la norma) ya debe de estar en su fase final, para su publicación. Esperemos que el Ministerio de la Producción la publique en el menor tiempo posible, porque es un clamor de todo el sector artesanal e industrial”, expresó.
De acuerdo con cálculos del sector –sostuvo- tanto la pesca como la exportación de pota peruana podrían incrementarse como mínimo en 20%, si se ejerciera este control de los barcos extranjeros. Cabe señalar que en el 2019 los envíos peruanos de este recurso al exterior ascendieron a US$ 850 millones, que representaron más de la mitad de las exportaciones pesqueras para consumo humano directo.
Calamasur es un grupo conformado por actores en la pesca de calamar gigante en Chile, Ecuador, México y Perú, que trabajan de forma coordinada con lograr su sostenibilidad.
En una reciente entrevista con el diario The New York Times, el presidente de Calamasur destacó la importancia de la medida aprobada por la Organización Regional de Gestión Pesquera del Pacífico Sur, en marzo, en favor del manejo y conservación del calamar gigante. Esta incluye los primeros pasos para establecer un acuerdo de gestión y conservación entre los miembros nacionales para la pesca sostenible de calamar gigante en alta mar.
Dicho acuerdo entrará en vigencia en enero del 2021 y si bien no fija límites en la captura de este recurso, demanda la recopilación de datos y muestras para informar los registros de la pesca y las investigaciones científicas vitales sobre la pota.
En declaraciones a dicho diario, Alfonso Miranda sostiene que “idealmente, los estados deberían poder alinearse tanto en ciencia como en gestión, y lo mismo debería aplicarse en aguas internacionales".
Trabas burocráticas
Por otra parte, señaló que las exportaciones pesqueras totales en el Perú están muy por debajo de las registradas por países vecinos, a pesar de gozar de ventajas en sus condiciones hidrobiológicas. Mientras en el 2019 los envíos peruanos ascendieron a US$ 3,400 millones, los de Chile sumaron US$ 7,000 millones y los de Ecuador US$ 5,400 millones.
A diferencia de aquellos países, sostiene Miranda, en Perú se encuentran trabas burocráticas en la certificación sanitaria, como la exigencia de una certificación lote por lote y un análisis de contaminantes, que generan retrasos en la exportación y sobrecostos.
“Los costos de certificación para producir y exportar para un peruano es cuatro veces más caro que para un chileno o ecuatoriano. Si se eliminaran estas trabas burocráticas, podríamos tranquilamente superar a Chile en dos años”, manifestó.