
Estados Unidos oficializó la imposición del arancel del 50% a las importaciones de cobre. Si bien, según cifras oficiales del Ministerio de Energía y Minas (Minem), EE.UU. concentra solo el 2.4% del cobre peruano que se exporta al mundo, sí podríamos ver un impacto en los próximos meses, aunque en un ámbito muy específico. ¿De qué se trata?
Sin embargo, durante el 2024, el mercado estadounidense sí destacó en la compra de alrededor de US$ 910 millones de cobre y sus manufacturas al Perú, indican datos de ComexPerú. De este total, la mayor parte de los envíos fueron cátodos y secciones de cátodos de cobre refinado, que sumó US$ 566 millones el año pasado.
Aunque el Gobierno estadounidense ha exceptuado de la medida a los cátodos de cobre refinado y a los desperdicios de cobre, la aplicación de aranceles sí podría impactar en otros productos que se envían en menor medida.
Como se recuerda, el anuncio oficial de Donald Trump incluyó entre los afectados por las tarifas a los productos semielaborados de cobre, incluidos tubos, cables y láminas, así como productos derivados con alto contenido de cobre.
Esto, acorde a los datos de exportaciones revisados por Gestión, implicaría un impacto en alrededor de ocho de las 10 categorías de productos de cobre que viene exportando el Perú a Estados Unidos.

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¿Cuáles son los productos peruanos afectados por medida de Donald Trump?
Uno de los productos exportados más impactados por las tarifas serían las chapas y bandas sin enrollar de cobre refinado con espesor superior a 0.15 milímetros. Solo el año pasado, acorde a datos de ComexPerú, se enviaron US$ 180 millones de estos productos.
También se incluirían en la lista de afectados a las barras y perfiles de cobre refinado, alambres de cobre con sección transversal superior a 6 mm, las aleaciones de cobre en barras, perfiles y alambres, incluyendo el latón (aleación cobre-zinc), y las chapas y bandas enrolladas de cobre refinado.
Los productos que están en riesgo representarían cerca de un tercio de las exportaciones de manufacturas de cobre a Estados Unidos, explicó Edgar Vásquez, director del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores (Adex).
“Las barras, las chapas y los alambres claramente son los que van a ser afectados. Si a Estados Unidos les exportamos más o menos US$ 900 millones en esta industria, de los cuales US$ 600 millones eran cátodos y no van a estar afectados, estamos hablando que la afectación bordearía los US$ 300 millones”, comentó Gestión. Aunque precisó que en términos macro el impacto sería limitado, a nivel micro puede ser crítico.
El especialista precisó que algunas empresas pequeñas y medianas, teniendo en cuenta las condiciones que vienen poniendo los compradores, podrían verse forzadas a asumir sobrecostos.
“No son las grandes mineras ni refinadoras, sino empresas medianas que tienen a estos productos como sus principales exportaciones y, sobre todo, aquellas que tienen una diversificación más baja y que dependen más de Estados Unidos. Es un arancel bastante alto y prohibitivo; genera sobrecostos y dependiendo del poder de negociación lo más probable es que deje de comprar o que le traslade ese costo al vendedor”, sostuvo.
Con este sobrecosto del 50% que difícilmente podría ser absorbido por los exportadores, estas empresas podrían terminar paralizando sus envíos al mercado estadounidense.
El margen de maniobra es escaso. Estos contratos de exportación no se firman de un día para otro y suelen pactarse con meses de anticipación.
Aunque las empresas hayan tratado de negociar rápidamente con los compradores tras el anuncio de Trump, la medida ya entró oficialmente en vigencia desde el 1 de agosto.
“Va a haber una una decisión de negociación rápida con los compradores, que van a definir si van a cancelar o no los pedidos que tenían. Una segunda circunstancia es que las empresas van a tratar de buscar nuevos compradores en otros lugares del mundo, pero no suele ser algo tan sencillo en el corto plazo”, señaló.
Por el momento, la posibilidad de redirigir estos productos a otros destinos es mayor para las empresas que no tienen a Estados Unidos como su principal destino.

Negociaciones sin claridad
Otro punto que inquieta a los exportadores es la falta de información oficial sobre el estado de las negociaciones entre el Gobierno peruano con Estados Unidos.
Si bien indicó que las negociaciones suelen ser reservadas, Vásquez resaltó que el sector necesita señales claras para planificar.
“Es importante saber en qué punto está el Perú. Desde abril hasta ahora ya han pasado cuatro meses y no sabemos cuál es la situación, qué tanto el Perú está negociando para que se nos levanten estas medidas”, advirtió.
Cabe recordar que, actualmente para el Perú se mantiene un 10% adicional de arancel en otros rubros, pero la nueva medida del cobre es ajena a esa discusión y tendría un impacto más próximo.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.








