La producción y venta de azúcar este año se mantendrá en los mismos niveles del anterior. Sin embargo, las azucareras sí incrementarán sus ingresos gracias a la mayor demanda de alcohol industrial generada por la pandemia del coronavirus, estimó el director ejecutivo de la Asociación Peruana de Agroindustriales del Azúcar y Derivados (APAAD), Carlos Castro.
“El dinamismo que esperábamos para las ventas de azúcar se ha visto compensado con las ventas de alcohol”, expresó el titular de la APAAD.
Según indicó, los ocho ingenios que conforman la asociación concentran el 80% de la producción de azúcar y hasta el 90% de la producción de alcohol del país.
La gran mayoría de estos ingenios se orientan también a la producción de alcohol industrial, que luego es transformado por diversos sectores para su venta al consumidor final. En estos casos, las azucareras desempeñan un papel de productores de alcohol “de segundo piso”, sostiene el vocero del gremio. Sin embargo, ante la gran demanda de alcohol originada este año, algunos ingenios empezaron a producir además alcohol para el consumidor final.
Por su parte, la azucarera Sol de Laredo (ubicada en Trujillo) empezó a producir alcohol nitrogenado, que los laboratorios especializados en cuidado personal adquieren y procesan para la elaboración de gel desinfectante para manos.
Desde el punto de vista de Castro, este incremento de la demanda de alcohol podría registrarse tanto este año como en los siguientes, puesto que muchos de los hábitos de desinfección podrían volverse permanentes. “Nosotros notamos que hay un cambio en el patrón de consumo que va a ser beneficioso para la industria”, indicó Castro a Gestion.pe.
En cambio, la demanda de azúcar sí se ha visto afectada por la pandemia. Hasta antes de iniciarse la cuarentena (el 15 de marzo), se proyectaba para este año “un crecimiento importante” en su producción y consumo, indicó el representante gremial. No obstante, ahora se estima que no habrá tal crecimiento, pero tampoco una caída. “Consideramos que el año va a cerrar con ventas del mismo nivel que las del año pasado”, manifestó.
Durante los dos primeros meses de la cuarentena establecida en el país, las fábricas de gaseosas quedaron paralizadas, por lo que la demanda de azúcar industrial se detuvo y se fue restableciendo desde la primera fase de la reactivación económica.
En el 2019, el país produjo alrededor de 1 millón 300 mil toneladas de azúcar, lo que le permitió ser autosuficiente en este ámbito por primera vez en 30 años. En el 2020 mantiene esta condición, al producir el mismo volumen que se consume en el país. “Esto nos permite garantizar seguridad alimentaria”, comentó Castro.
Lograr este equilibrio fue posible gracias a la entrada en funcionamiento de los ingenios de Agrolmos y Caña Brava en el 2019, además de una mejora en la productividad de los ingenios que ya operaban.
Si bien el país produce tanto azúcar como el que consume, es preciso recordar que parte de la producción se destina a las exportaciones y también se realizan importaciones desde países como Colombia.