¿Es amor? Podría no serlo. Las estafas románticas han aumentado recientemente en Estados Unidos y generan más pérdidas que cualquier otro fraude al consumidor reportado a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) el año pasado.
La cifra de estas estafas reportadas a la FTC brincó de 8,500 en el 2015 a 21,000 en el 2018. Y la cantidad que perdieron las víctimas se cuadruplicó en ese mismo periodo, alcanzando los US$ 143 millones el año pasado.
Las estafas románticas varían, pero los criminales suelen encontrar a sus víctimas en internet, a través de sitios de citas o redes sociales. Los estafadores crean un perfil falso, con frecuencia construyendo una personalidad creíble con la foto de alguien más y comunicación directa. Enamoran a las víctimas, se ganan su cariño y confianza, hasta que ven la oportunidad de pedir dinero.
Los motivos para pedir dinero son muchos, pero entre los más comunes están pagar para una emergencia médica o gastos de viaje para un encuentro muy esperado. Algunas víctimas reportan enviar dinero constantemente para una crisis falsa tras otra, según la FTC. El dinero suele enviarse en un giro o se entrega como tarjetas de regalo, que permiten que los criminales accedan al efectivo en una forma rápida y anónima que no puede rastrearse fácilmente.
Cualquiera puede ser una víctima, advierten los expertos. Pero los datos de la FTC hallaron que las estafas románticas reportadas sucedieron con mayor frecuencia entre los que tienen 40 y 69 años. Los de 70 años o más entregaron más dinero a los estafadores, con pérdidas promedio de US$ 10,000 por persona.
“Te puede suceder a ti. Pienses lo que pienses, creas lo que creas, podrías ser una víctima”, dijo Alan Brill, director de prácticas de riesgos digitales en Kroll, una compañía de gerencia de riesgos.
Los criminales son “maestros en manipular las emociones humanas” y van tras sus víctimas cuando éstas bajan la guardia, agregó Brill.