deforestación
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La peruana perdió más de 23,000 hectáreas de bosques durante el primer semestre del año, informó el Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático del .

El 71% de la de bosques registrada en entre enero y junio se dio en cuatro regiones selváticas del país, que son Loreto, Madre de Dios, Ucayali y San Martín.

Loreto, el departamento más grande de Perú, sufrió la pérdida de cerca de 5,500 hectáreas de bosques, seguida de Madre de Dios, con 4,300 hectáreas; Ucayali, con unas 3,700 hectáreas; y San Martín, con unas 3,000 hectáreas.

En Madre de Dios, departamento fronterizo con Bolivia y Brasil, las actividades de mineros ilegales de oro en sus ríos provocaron la de 1,700 hectáreas en el primer semestre del 2018, según advirtió en julio el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).

La provincia más afectada es Tambopata, en Madre de Dios, donde en los primeros seis meses del año se deforestaron más de 2,700 hectáreas, por delante de las 1,500 hectáreas de Coronel Portillo, en Ucayali; y las 1,400 hectáreas de Mariscal Ramón Castilla, en Loreto.

A nivel de distritos, la mayor superficie deforestada está en Inambari, perteneciente a Tambopata (Madre de Dios), con más de 2,000 hectáreas, seguido de Teniente Manuel Clavero, en la provincia de Putumayo (Loreto), con 770 hectáreas; y Madre de Dios, donde se encuentra la capital de la homónima región, con 703 hectáreas.

La principal causa de la deforestación de la Amazonía peruana es la agricultura migratoria y la ganadería, que arrasa grandes áreas de selva para implantar cultivos a gran escala como la palma aceitera, altamente degradante para la calidad del suelo.

Sin embargo, la tala ilegal y la minería ilegal también importantes amenazas para los bosques peruanos, especialmente la actividad de los mineros, ya que usan metales pesados como el mercurio que vierten a sus ríos, lo que contamina las aguas de las que viven multitud de comunidades indígenas.