La Cámara de Comercio de Lima (CCL) advirtió que el alto precio de la urea nitrogenada podría poner en riesgo la producción de aceitunas para el año 2023, considerando que este fertilizante ayuda al crecimiento y fortalecimiento de la planta de olivo.
A nivel nacional, el área de cultivo de aceitunas se extiende aproximadamente en 45,000 hectáreas y se produce alrededor de 100,000 toneladas al año, siendo las regiones de Tacna, Arequipa e Ica las principales zonas productoras.
“El precio elevado de este fertilizante ha forzado a los pequeños y medianos agricultores, a reducir su uso o simplemente no adquirirlos por la falta de recursos. El precio del saco de 50 kilos de urea nitrogenada se ha incrementado de S/ 70, en un año regular, a S/ 230″, manifestó la representante del Sector X Agroexportación del Gremio de Comercio Exterior de la CCL, Mariany Morón.
Precisó que el alza de precios de la urea ha llegado a niveles no vistos en los últimos 10 años, debido al conflicto entre Ucrania y Rusia, siendo este último uno de los mayores productores de fertilizantes del mundo y principal proveedor de urea nitrogenada para Perú.
Además, recalcó que el olivo es una planta estacional que brinda una sola cosecha al año, la cual ocurre entre los meses de marzo y agosto. Precisamente, en agosto empieza el primer proceso de abono de cultivos de olivos, pero el alto precio de la urea impide que la mayoría de pequeños y medianos agricultores concluyan con esta labor que se realiza en tres etapas.
Morón sostuvo que ello va a conllevar que la cosecha 2023 sea, en primer lugar, escasa, poniendo en riesgo el abastecimiento local y, en segundo lugar, no se cumpla con la calidad de exportación que se necesita para competir en los mercados internacionales, pues sus principales partidas arancelarias son la aceituna conservada provisionalmente y la aceituna lista para consumo.
“Asimismo, pone en jaque a las empresas peruanas exportadoras de aceituna, ya que, al haber un posible desabastecimiento del producto, se verán afectadas en la competitividad de sus precios a nivel internacional y en los compromisos de exportaciones donde se exige la misma cantidad y calidad anual”, precisó.
Mano de obra
A esta problemática de precios altos, también se suma la escasa mano de obra para esta actividad. La ejecutiva explicó que debido a la pandemia se ha registrado una reducción de jornaleros que solían venir a trabajar de diferentes partes del país para la cosecha de aceituna que, en el caso del Valle de Yauca, ha disminuido en 80%. A la par, también deben competir con las empresas mineras para retener el poco personal existente.
“Al ser tan escasa la mano de obra, el precio de recolección de aceituna (que en las labores agrícolas se paga por jaba de 25 kg) se ha incrementado hasta un 54%; es decir de S/ 11 que costaba de manera regular ahora llega a los S/ 17 en algunos casos, lo que también afectaría a la producción de este cultivo”, advirtió.