El riesgo de injerencia gubernamental en el marco regulatorio del sector energético de América Latina se incrementó, siendo más pronunciado en Argentina, Colombia y México, en medio del alza de los precios de los combustibles y la alta inflación, alertó el martes la agencia calificadora Moody’s.
En términos generales, la evaluadora de riesgos resaltó que el alza en los precios de los combustibles ha derivado en un aumento de los costos de energía, lo que resulta políticamente difícil de manejar para los Gobiernos en toda la región.
“Si bien los entornos regulatorios siguen siendo favorables en general para los productores de energía en América Latina, la regulación continúa evolucionando y los riesgos crediticios están aumentando a medida que los gobiernos de la región atienden las preocupaciones de los electores sobre la asequibilidad de la energía”, dijo Moody’s.
Para el caso de Argentina, que ostenta el mayor riesgo en la región, se destacan altos niveles de intervención, con precios de energía subsidiados y desacoplados del costo de la generación eléctrica.
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“Más aún, el riesgo más serio para este país tiene que ver con la incesante inflación y la escasez de fondos gubernamentales para hacer frente a los crecientes subsidios a la energía”, sostuvo el reporte de Moody’s.
El informe mostró que, tanto en Colombia como en México, los gobiernos han demostrado mayor interés en intervenir en asuntos regulatorios.
El Consejo de Estado de Colombia suspendió en marzo un decreto con el que el presidente Gustavo Petro buscaba asumir la regulación de los servicios públicos para definir las tarifas de la energía, en busca de frenar las alzas para los usuarios finales en medio del repunte de la inflación.
Para Moody’s, la estabilidad regulatoria seguirá siendo crucial para respaldar las necesidades de inversión de las empresas de transmisión de energía de la región en momentos en que las altas tasas de interés están elevando sus costos de financiamiento.
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Sobre Brasil, a pesar de que el país ha hecho esfuerzos significativos por modernizar su mercado eléctrico, las señales de intervención aumentan al acercarse una renovación de diferentes concesiones en el sector en 2025, además de que un mercado en crecimiento pondrá a prueba el marco regulatorio actual, explicó Moody’s.
Por su parte, si bien Chile ha tenido durante mucho tiempo un régimen regulatorio en evolución que en general ha beneficiado a sus empresas eléctricas, “las condiciones del mercado representan el mayor riesgo para el sector en el país”.
Mientras que en Perú, aún con condiciones sociales volátiles, el marco regulatorio se ha mantenido estable en parte por las abundantes reservas de gas natural.
Fuente: Reuters
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