En un análisis que realizó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) sobre la evolución de las tarifas de electricidad a nivel de América Latina -siete países-, determinó que en nuestro país la dinámica en el primer cuatrimestre del año es a la baja.
Si se considera mayo del 2021 como la base del índice, se observa que hacia el mismo mes del 2022 el índice de tarifas eléctricas en Perú se había incrementado en forma consecutiva. Contrariamente, en Uruguay, Chile y Bolivia se mantuvieron prácticamente flat o con incrementos menores.
Sin embargo, hacia abril del 2023, los precios regulados de esa energía en nuestro territorio tuvieron una caída, aunque menos pronunciada que México y casi similar a la de Brasil. Aunque Colombia, contrariamente muestra incrementos. En el caso de Chile, Uruguay y Bolivia, las tarifas -medidas por un índice- se mantuvieron.
En el segundo semestre del 2022, se registraron crecimientos de hasta 45.7% en México y 29.5% en Brasil. Perú en ese periodo subió 9.1%, en los primeros cuatro meses del 2023 tuvieron contracciones consecutivas.
Según el banco, en el primer cuatrimestre del año en curso esos precios en nuestro caso bajaron en 5.1%, y en México y Brasil cayó 12.4% y 7.3%, respectivamente.
¿Qué explicó las reducciones en Perú?
En Perú, refiere el BCR, lo que contribuyó a la reducción de tarifas fue la apreciación cambiaria, junto con una menor prima por recursos eléctricos renovables (RER) y a un menor cargo (a los usuarios) para cubrir el subsidio para el Fondo de Compensación Social Eléctrica (FOSE).
En cuanto al tipo de cambio, que en gran parte explica variaciones en los costos de la generación (al estar indexados a dólares), vale indicar que pasó de S/3.807 a S/3.71 por dólar de EE.UU., entre enero y abril del año en curso, es decir tuvo un retroceso de 2.5%.
Tarifas más bajas en la región
Según el Centro Mexicano de Relaciones Internacionales (cemeri.org), en América Latina los precios de la electricidad en realidad son relativamente bajos en comparación al promedio mundial, pero se debe a las subvenciones que reciben para frenar la inflación.
Sin embargo, refiere, esos subsidios a la energía que otorgan los respectivos Estados para el consumo de la población, que están muy extendidos en la región, cuestan en promedio US$ 84,000 millones cada año.
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En Perú usuarios darían el subsidio
En el Perú, según explica el exministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, son los usuarios regulados del servicio eléctrico, los que al pagar un alto costo de la energía, a través de sus tarifas de luz, subsidian a los clientes libres del mercado no regulado de la energía.
Ello, dijo, debido a que los consumidores regulados pagan hoy en promedio US$60 por megavatio por hora (Mw) que consumen, mientras los clientes libres (a quienes las generadoras y distribuidoras les venden directamente la energía) pagan en promedio US$30 por Mw, es decir la mitad.
Sin embargo, refiere Herrera, en caso se decidiera que los regulados ya no pagaran esas tarifas basadas en costos a US$60 por Mw producido, sino la mitad, como los clientes libres, se caería todo el sistema eléctrico.
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Otro ejemplo de que los regulados subsidian a las eléctricas, está dado por la prima antes mencionada por el BCR, conocida como Prima RER. Esta se refiere al sobrecosto que deben pagar los usuarios regulados para asegurar a eólicas y solares, un ingreso garantizado por su suministro eléctrico, cuando sus costos no cubren sus operaciones.
Riesgos de alzas en los costos de la luz
El exministro de Economía, Kurt Burneo, indica que el tema climatológico puede alterar la meta de inflación por el lado de un incremento de las tarifas eléctricas a partir del cuarto trimestre de este año.
Explico que estamos afectados por El Niño costero, a lo que se agrega la llegada de El Niño global que si bien implica más lluvias en el norte, se ve posible sequías en el centro y sur del país, que hará que los repositorios de agua que sirven para nutrir las centrales hidroeléctricas no se van a poder llenar.
De ocurrir ello, anota, habrá menor posibilidad de producir energía hidroeléctrica, y por tanto habrá una menor oferta de energía. Si a eso se suma que no hay grandes inversiones por el lado de energías renovables, el cuadro que podría suceder es que, a partir del último trimestre del 2023, la oferta de energía eléctrica se reduzca, remarca.
Consecuentemente, advirtió, podríamos tener un cuadro de racionamiento y alza de tarifas eléctricas, que podría ser de carácter estructural, lo que podría modificar la meta de inflación del BCR (entre 1 y 3%).
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