Pese a que las obras para la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJC) ya llevan años de retraso, ahora el terminal aéreo presenta una traba en medio de sus avances.
Según pudo conocer Gestión, la empresa concesionaria Lima Airport Partners (LAP) ha presentado una solicitud al Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) para realizar modificaciones al Plan Maestro del AIJC del 2018, en tanto estas modificaciones incumplen con lo establecido en las obras de ampliación pactadas en la última adenda del contrato de concesión (Adenda N° 7), firmada un año antes, en julio del 2017.
La referida adenda –entre otros puntos- contempla la construcción de la segunda pista de aterrizaje, un nuevo terminal de pasajeros, un nuevo terminal de carga y la segunda torre del control. La traba se encuentra en la construcción del nuevo terminal de pasajeros.
De acuerdo a la citada adenda, LAP debe realizar construcción del nuevo terminal con una capacidad para 35 millones de pasajeros al año y las obras deberán ser entregadas en el año 2025. Sin embargo, la compañía ahora ha propuesto al MTC construir para ese año un nuevo terminal de pasajeros, pero bajo un esquema modular, es decir, un terminal más pequeño y en etapas conforme la demanda de pasajeros vuelva a la normalidad.
Según argumentan, el nuevo esquema responde a un contexto donde el flujo de pasajeros fue interrumpido totalmente por la pandemia del COVID-19. De acuerdo datos de Ositrán, solo 7.04 millones se pasajeros hicieron uso del Aeropuerto Jorge Chávez en el 2020, lo que reflejó una caída de 69.74% frente al año previo (23.3 millones de pasajeros).
Cabe mencionar que LAP ha señalado que sí construirá el nuevo terminal con las características establecidas en el contrato, pero lo hará muchos años después de la fecha que establece el contrato (año 2025) lo que implica que las inversiones también se realicen después de lo estipulado.
El MTC ha señalado que la inversión solo en esta obra bordea los US$ 700 millones.
A esta modificación, se suma que LAP ha pedido al MTC mantener los dos terminales de pasajeros: el que actualmente opera y el nuevo terminal con el esquema modular. Ello también va en contra del contrato, que establece el cierre del actual terminal de pasajeros una vez se encuentra listo el nuevo terminal.
La propuesta llega en medio de que el MTC tenga programado para la segunda semana de diciembre la colocación de la primera piedra del nuevo terminal de pasajeros.
El contrato y los riesgos
Al respecto, la expresidenta del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), Patricia Benavente, señala que si bien puede ser positivo que funcionen dos terminales de pasajeros en el aeropuerto Jorge Chávez, eso no figura en el contrato.
“El contrato de concesión contemplaba que haya una terminal nueva para atender a los pasajeros, esa propuesta de terminal modular que plantea LAP no está contemplada y vía modificación del Plan Maestro del Aeropuerto no se puede reducir las características de una obligación de inversión comprometida en un contrato firmado con el Estado peruano”, dijo.
Benavente reveló, además, que LAP ya había solicitado al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) suspensiones de inversiones durante el 2020, pero el sector negó la propuesta.
También se supo que LAP ha pedido que el riesgo de la demanda de pasajeros sea asumido por el Estado, cuando usualmente dicho riesgo lo asume la concesionaria, propuesta que de ser aceptada, generaría que todas las empresas que tienen acuerdos de Asociación Público-Privada (APP) -como el AIJC- soliciten lo mismo.
Recuperación del flujo de pasajeros
Por su parte, Camilo Carrillo, Economista principal del Consejo Privado de Competitividad (CPC), consideró que la propuesta de LAP no es razonable, ya que la demanda de pasajeros se recuperará para el 2025, año en el que el terminal de pasajeros ya debe estar culminado.
“Este año la demanda va a estar igual que en el 2020, pero en tres años se va a recuperar y si se va a recuperar no se va a quedar en 7 u 8 millones de pasajeros, sino, volverá a una cifra parecida a los 23 millones con lo cual automáticamente no debería haber el tema de hacer el terminal de pasajeros bajo un esquema modular”, sostuvo.
Agregó que considerando la tasa de crecimiento del flujo de pasajeros, al 2025 fácilmente se llegaría a los 30 millones.
Sin embargo, si para esa fecha no se cuenta con un nuevo terminal que pueda acoger a los viajeros, el aeropuerto nuevamente estará saturado.
“Van a inaugurar el aeropuerto y un año después van a solicitar ampliarlo nuevamente. Si eso sucede, el aeropuerto estaría casi a su máxima capacidad. Si se hace un terminal de pasajeros más pequeño, habrá más saturación, menos aerolíneas llegarán al país incluso los low-cost y los precios de los pasajes se elevarían”, dijo Carrillo, al alertar que el AIJC ya ha perdido competitividad en los últimos años.
En la víspera Ositrán señaló que viene evaluando la propuesta de LAP, en tanto Gestión se comunicó con el MTC para conocer su decisión al respecto, sin embargo, al cierre de esta nota no obtuvimos respuesta.
Cifras y datos
-En el año 2001 se firmó el acuerdo de APP para que LAP operara el aeropuerto por 30 años. En el camino las obras de ampliación del terminal aéreo sufrieron retrasos debido a la tardanza en la entrega de terrenos por parte del Estado.
-En julio del año 2017 se firmó la Adenda N° 7 que permitió iniciar dichas ampliaciones, como parte de la Fase 3 de la concesión, contemplando un plazo de 10 años más de contrato.
-LAP tiene previsto que la construcción de la nueva torre de control y la segunda pista de aterrizaje sean entregadas a finales del 2022. La inversión global del proyecto integral de modernización y ampliación del AIJC asciende a US$ 1,200 millones.