Tras cinco años de crecimiento consecutivo, la riqueza de las familias peruanas sufrió un retroceso en el 2020, según un reporte del banco de inversión Credit Suisse.
En el contexto de la pandemia del COVID-19, la riqueza total acumulada por los peruanos alcanzó los US$ 383,000 millones el año pasado, según el informe. Dicho monto representa una disminución de US$ 53,000 millones, o de 12.2%, respecto del importe registrado en el 2019.
Asimismo, la riqueza por adulto peruano se contrajo en 13.7%, al pasar a US$ 17,017 en el 2020 desde US$ 19,719 del año previo. Dicho nivel es además el menor de los últimos cuatro años.
Actividad económica
La evolución de la riqueza en Perú contrasta con lo ocurrido a nivel global y, en particular, en los países desarrollados, donde más bien se creó más riqueza (Gestión 23.06.2021).
En la región latinoamericana, una de las más golpeadas por la pandemia, la riqueza también disminuyó, 11.4%, señala el reporte.
Reducciones en la actividad económica de un país suelen estar asociadas a retrocesos en la riqueza de los hogares. En el Perú, debido a la pandemia, el producto bruto interno (PBI) decreció 11.1% en el 2020.
“La pandemia golpea a la economía y, a su vez, la economía indirectamente golpea a la riqueza de los peruanos”, señaló a Gestión Jorge Ramos, gerente general de BBVA Bolsa SAB.
Cierre estricto
En el Perú, el impacto económico fue más fuerte no solo porque estuvo mal preparado para una crisis de esta naturaleza, sino porque también el cierre de negocios que se adoptó fue mucho más estricto que en otros países, manifestó Carlos Rojas, CEO de Capia SAFI.
La caída del PBI implica tanto desempleo como deterioro de la calidad del empleo.
En esa línea, el ingreso promedio mensual de los trabajadores registra una contracción anual de 15%, refirió Aldo Franciscolo, head de research del grupo Independiente.
“Entonces, eso genera una caída de la riqueza”, añadió.
Riqueza individual
Credit Suisse considera que la riqueza individual la componen la riqueza financiera más la riqueza no financiera menos la deuda por persona.
Así, en el 2020 la riqueza financiera de cada peruano alcanzó los US$ 8,322, con una reducción de 10.3% comparada con la del 2019. Comprende los ahorros en entidades financieras e inversiones en instrumentos del mercado de valores, como bonos y acciones.
La riqueza no financiera, que incluye la inversión en bienes raíces (inmuebles) y la propiedad de empresas, disminuyó en mayor medida, 17.3%, y se ubicó en US$ 10,612 a fines del 2020.
Deuda
Por su parte, la deuda registrada por cada peruano fue de US$ 1,917 el año pasado, con una disminución de 19.7% respecto del 2019, según Credit Suisse.
La Bolsa de Valores de Lima (BVL) cerró el 2020 con una ganancia en soles de 1.44%, aunque en términos de dólares perdió 7%
El dólar subió 9.2% frente a la moneda peruana el año pasado.
Ramos refirió que la riqueza no financiera cayó más que la financiera probablemente porque pararon muchas actividades del sector real, mientras que la bolsa y los mercados financieros, aunque afectados, siguieron funcionando durante la pandemia.
Valor de inmuebles
Algunos activos financieros, como los depósitos en la banca y la renta fija (bonos), no se han deteriorado mayormente y han compensado el desempeño negativo de esta parte de la riqueza (no financiera), sostuvo Rojas.
Los activos no financieros, en cambio, como el valor de las empresas y de los inmuebles, sí han sufrido mayor impacto, añadió.
A ello se suma que las inversiones en moneda nacional son afectadas por la subida del dólar (depreciación del sol), dijo.
El valor de las propiedades y los precios de alquileres de viviendas y oficinas han disminuido ante la menor demanda, indicó Franciscolo.
“Las oficinas han estado vacías durante un año; son ingresos que no se van a recuperar”, agregó.
Todos los sectores
El golpe recibido por los patrimonios de las personas lo han sentido todos los sectores socioeconómicos del país, estimó Ramos.
Franciscolo consideró que, en términos absolutos, los segmentos de mayor patrimonio probablemente han perdido más dinero en esta crisis.
Sin embargo, relativamente, los más perjudicados han sido los sectores de clase media emergente, muy cargados de deudas y con sueldos deprimidos.
Son personas que han sufrido el deterioro de sus ingresos o perdieron su puesto de trabajo, indicó.
Entonces, buscan patear o flexibilizar el pago de sus créditos y, en algunos casos, pasar a sus hijos de un colegio privado a un colegio público, añadió.