Pese a que la crisis continúa afectando el bolsillo de muchos peruanos, las personas evitan incrementar el uso de las líneas de sus tarjetas de crédito para cubrir gastos corrientes.
Las personas prefieren manejarse con efectivo o tarjetas de débito, lo que afecta el uso de la tarjeta de crédito y disminuye el porcentaje utilizado de la línea, manifestó Tedy Vásquez, líder de la disciplina tarjetas de BBVA en Perú
Por el lado de la oferta, indicó que por la pandemia un sector de la población pierde su trabajo y la morosidad comienza a elevarse, escenario en que la banca empieza a restringir las líneas.
En cuanto a la demanda, refirió que hay otro grupo de usuarios que piensa en cuidar su salud financiera y es cauteloso en el uso del plástico.
Servicios
Según el ejecutivo, ambas razones, unidas a las restricciones del Gobierno para evitar contagios, que limitan el acceso a diversos servicios, provocan la reducción en el uso de la línea.
“Acaban de anunciar restricciones, lo que afectará nuevamente el uso, pues otra vez los domingos no se podrá salir y habrá menos lugares donde utilizar la tarjeta”, acotó.
En esta línea, manifestó que aún no hay un punto de inflexión que rompa la tendencia decreciente que viene marcando al financiamiento del público con las tarjetas de crédito.
Pese a ello, resaltó que el ritmo de caída se ha atenuado y seguirá disminuyendo hasta que la gente pierda el miedo y se sienta más segura, a lo que se añade que otros comercios reabrirán e impulsarán el uso de la tarjeta de crédito.
Aceptación
La incertidumbre electoral también podría afectar la aceptación de la tarjeta en clientes nuevos, mas no en usuarios cotidianos que deben acudir a hacer compras o realizar pagos con este medio, agregó.
Vásquez sostuvo que aunque el financiamiento con tarjetas cae, hay incremento de los pagos en cuotas. “Vemos que las compras en cuotas vienen creciendo en el último semestre, desde casi finales del año pasado y este año, lo que coincide con la preferencia de las personas por saber cuánto va a pagar y tener ese control”, expresó.
Esta necesidad llevó al banco a crear la tarjeta cuota fija, un producto que responde al deseo de las personas por manejar mejor su presupuesto, dijo (ver nota vinculada).
En otro momento, el ejecutivo afirmó que la frecuencia de revaluaciones que hacen los bancos a sus clientes ha aumentado por la incertidumbre sobre el mercado laboral.
Modelos
La banca analiza modelos predictivos para registrar el nivel de endeudamiento de los usuarios, con los que anticipa atrasos en los pagos de sus obligaciones, evaluación que se ha hecho más frecuente por la crisis económica causada por la pandemia.
“Las entidades ven que el cliente se está endeudando mucho, por allá y por acá, y por su salud financiera no quieren exponerlo tanto, por lo que reducen su línea y, en caso desee mantenerla, le piden que muestre sus boletas para conocer sus ingresos y revaluar este crédito”, agregó.
Asimismo, indicó que con la pandemia el público comenzó a comprar más por Internet y, a la par, se incrementaron los fraudes y ciberataques, que han crecido abismalmente en los consumos online con las tarjetas.
Frente a ello, el banco lanzó hace poco el código de seguridad (CVV) dinámico de la tarjeta, que previene y reduce los ataques en consumos online que hoy han crecido “abismalmente”.
Crece preferencia por tarjetas con cuota fija
El banco identificó algunos clientes que, en este escenario de crisis, quieren controlar sus gastos, aunque con una tarjeta regular les resulta difícil hacerlo, dijo Tedy Vásquez, de BBVA.
“El usuario que accede a una tarjeta tradicional es aquel con más experiencia y con capacidad de regular su consumo, pero los clientes con ingresos más bajos es muy probable que se salgan del presupuesto y esto termine afectándolos”, señaló.
Según Vásquez, ante esa necesidad del mercado la preferencia por tarjetas con cuota fija viene en aumento, pues evita que el usuario supere su presupuesto y caiga en mora.
Indicó que los usuarios que adoptan más esta tarjeta son jóvenes y adultos de hasta 44 años, que no han tenido una tarjeta de crédito por temor a entrar a un ciclo de revolvencia.
Incluso hay clientes con ingresos elevados que evalúan adquirir una de estas tarjetas, refirió.
La tarjeta con cuota fija lanzada, recientemente por el BBVA, establece un pago mensual equivalente al 10% de la línea otorgada y, a la fecha, representa el 10% del total de los ventas de tarjetas del banco por la buena aceptación de los usuarios.