Los fondos colectivos vehiculares permiten que las personas, con menor capacidad de poder adquirir este bien, puedan hacerlo. El requisito es saber esperar, señaló el gerente general de Pandero, Pablo Reátegui .
Un fondo colectivo vehicular es un grupo de personas que desean financiar un auto. Cada una de estas personas elige el monto que desea financiar y comienza a pagar una cuota mensual durante, por lo general, 60 meses.
“El fondo es como un grupo de amigos que hace un pozo cada mes. Por ejemplo, diez amigos ponen S/ 100 cada uno por diez meses, y se escoge o se sortea para que alguien reciba los primeros S/ 1,000 en el primer mes, el cual seguirá pagando posterior a ello sus S/ 100. En este caso, con instituciones como Pandero, esta misma figura es organizada, con mayor volumen de personas y regulada por la SBS”, indicó.
Actualmente la modalidad de fondos colectivos no es para vehículos usados.
Financiamiento y pago
Respecto a los montos, la persona que adquiera un certificado (como un registro para el fondo colectivo) previamente especificó el monto por que el que desea ser financiado. Este monto sería pagado en el número de cuotas que se estipule con un cargo adicional por el costo de administración, el cual está en alrededor de 16% en el caso de Pandero.
“Finalmente, se pagaría el monto por el que el cliente se financió más el costo de administración, el cual se divide entre todas las cuotas. Se le agrega también la cuota de seguro vehicular y desgravamen”, precisó Reátegui.
Respecto a las cuotas, en el caso de Pandero, estas van desde US$ 199 mensuales y los montos a financiarse tienen un mínimo de US$ 9,800.
Sobre la entrega del vehículo
Generalmente, señaló Reátegui, se entregan tres vehículos por fondo al mes, uno por sorteo y los otros dos por remate.
El remate es una suerte de subasta, en donde el asociado o cliente que lo desee presenta en “sobre cerrado” una oferta de anticipo de cuotas, los que más ofertan ganan y pagan. “Es normal que en estos meses repunten los remates por los ingresos adicionales. La gente aprovecha para rematar y obtener su vehículo ahora”, precisó.
Añadió que si se adjudica el vehículo por remate la cuota baja, dado que se ha adelantado el pago
¿Qué pasa si alguien no paga?
En el caso de que alguien deje de pagar sus cuotas, el administrador del fondo se haría cargo de cubrir esta obligación. Ello con el fin de no perjudicar a los demás contribuyentes.
“Por eso tenemos también un rol evaluador con respecto al riesgo crediticio, porque somos responsables de que no se perjudiquen todos por la falta de algunos pocos”, afirmó.
¿Por qué esta opción en lugar de un crédito vehicular?
Las razones que ubican a los fondos colectivos como oportuno frente a un crédito vehicular están vinculadas a la cuota inicial y el costo del financiamiento.
Respecto a la primera razón, lo normal es que si se quiere un vehículo a través de un crédito se exija una cuota inicial, mientras que el fondo colectivo no tiene ese requisito. “Se tiene que esperar sí, pero en ningún momento se tiene que desembolsar una gran cantidad de dinero”, mencionó Reátegui.
Señaló que, si se trata de un cliente que no tenga una tasa “barata” en el sistema financiero, entonces el fondo colectivo sería una opción oportuna, pues los gastos fuera del monto financiado podrían ser mucho más bajos que si se toma un crédito. “La diferencia en costos es enorme cuando se habla de segmentos de menores ingresos. No se les ofrece tasas con las que no se sientan cómodos”, puntualizó.
Las personas que no puedan acceder a un crédito, quizá por su carácter de informal o por ser nuevos en el sistema financiero, también podrían acogerse a la modalidad de fondo colectivo.
“En nuestra cartera de clientes hay mucho emprendedor, que son personas que no pueden disponer de un dinero para la cuota inicial o deben usarlo en sus negocios o gastos de otro tipo. Asimismo, puede que no accedan a un crédito por el momento, en ese caso los fondos colectivos son una opción”, precisó.