Actualmente, el sobreendeudamiento es uno de los problemas que se está dando actualmente en el contexto de la pandemia del COVID-19, señala Walter Leyva, profesor de los programas de Finanzas de ESAN.
Explica que muchas personas han disminuido su capacidad de pago y en algunos casos la han perdido. Agregó que muchos peruanos han dejado de laborar -según el INEI en el Perú se perdieron 2.2 millones de empleos en el 2020- por lo que no pueden cumplir con sus obligaciones, entre ellas, el pago de tarjetas de créditos. Hasta antes de la pandemia habían peruanos incluso con más de 10 tarjetas de crédito.
En ese sentido, si está en la búsqueda de reducir las deudas que posee en más de dos tarjetas de crédito, Leyva consideró tomar en cuenta los siguientes tres factores.
El primero, ordenar todas las tarjetas de crédito que tiene vigente actualmente.
“Debe buscar todas las tarjetas de crédito para ver cuánto de saldo tiene en cada tarjeta de crédito, cuál es la tasa de interés en cada una de las tarjetas de crédito y cuánto es lo que adeuda”, señala.
En segundo lugar, indica, se debe ordenar esas deudas bajo dos criterios: de mayor a menor monto de deuda y de la tasa de interés más alta hasta la menor tasa.
“Cuando cruza esa matriz, las primeras deudas que se tienen que pagar son las que tienen tasas de interés más altas en montos mas pequeños, de manera que puedan salir más rápido del endeudamiento. Las deudas pequeñas de tasas más altas deben ser cancelarlas en el mas breve plazo”, explicó.
Un tercer factor es identificar si alguna de las deudas que posee tiene alguna garantía hipotecaria o aval. De ser así, también debería de priorizar el pago.
El docente indicó que esta figura no es muy común en el Perú puesto que la mayoría de los deudores tienen deudas donde ellos mismos son los representantes.
El siguiente paso
Una vez se identifique la deuda más pequeña con altas tasas y se cancele ese préstamo, el siguiente paso es saber qué hará con la deuda pendiente que resta.
En ese punto, Leyva recomienda inmediatamente cambiar la modalidad de pago, es decir, buscar alguna alternativa para disminuir las cuotas.
Indica que actualmente las entidades bancarias vienen ofreciendo diversas posibilidades para ordenar los pagos, siendo una de ellas la reprogramación de deudas, en donde se decide ampliar el plazo del pago.
También se puede considerar uno o dos meses de gracias, aunque -precisó- estos periodos de gracias no son gratis, es decir, no pagará la cuota total, pero sí los intereses. “Entonces solo se debe pedir el periodo de gracia siempre y cuando lo requiramos”, aclaró.
De igual manera, podría optar por la cuotización, en la que se pueden extender los plazos de pagos por hasta 60 meses, de tal forma que la cuota mensual es menor, lo que permite reacomodarse a la nueva disponibilidad del cliente o su nueva capacidad de pago.
Señaló que el sistema financiero está brindando estas facilidades pues ha visto que los deudores no necesariamente tienen problemas de pago por un comportamiento de voluntad, sino, es el contexto que está haciendo que muchos deudores hayan perdido su capacidad de pago que tenían previamente.
“Pero se trata de un deudor diferente, un deudor que tiene voluntad, pero que por situaciones del contexto ha perdido la capacidad de pago”, dijo Leyva al recomendar que por esta coyuntura, es recomendable contar como mínimo una tarjeta de crédito y como máximo, solo dos.