En julio se cumplieron cinco años de la ley que otorgó a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) el mandato de supervisar el sistema de cooperativas de ahorro y crédito no autorizadas a captar recursos del público (Coopac).
El regulador califica este trabajo como “arduo, retador e incluso difícil”, porque implica una labor integral interna y externa, desde la creación e implementación de una nueva unidad orgánica en la Superintendencia, hasta el desarrollo de la regulación, los procedimientos y los sistemas necesarios para interactuar con los nuevos supervisados.
Además, requiere de una supervisión intensa, entre otros, para que las Coopac sinceren sus estados financieros como punto inicial, a partir del cual se realiza la supervisión; y que ha permitido que la SBS identifique las entidades que se encontraban en situación de causales legales de intervención o disolución.
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El número de entidades supervisadas -más de 400 al cierre de 2019- y su distribución a lo largo del territorio nacional significaba ya un desafío importante para la SBS, a lo que se sumó una pandemia sin precedentes y el desarrollo de una serie de conflictos sociales y fenómenos climatológicos que significaron también un reto tanto para la SBS como para el sector, señala el regulador en su informe.
A la fecha, el registro cuenta con 323 cooperativas, de las cuales más de la mitad se sitúan en Lima (111 entidades), Arequipa (36) y Cusco (33).
Región | N° Coopac |
---|---|
LIMA | 111 |
AREQUIPA | 36 |
CUSCO | 33 |
PUNO | 29 |
CAJAMARCA | 16 |
JUNÍN | 12 |
AYACUCHO | 11 |
APURIMAC | 10 |
LA LIBERTAD | 10 |
LAMBAYEQUE | 10 |
SAN MARTÍN | 8 |
ANCASH | 6 |
CALLAO | 5 |
MOQUEGUA | 4 |
AMAZONAS | 3 |
HUÁNUCO | 3 |
ICA | 3 |
PASCO | 3 |
PIURA | 3 |
TACNA | 3 |
HUANCAVELICA | 2 |
LORETO | 1 |
TUMBES | 1 |
TOTAL | 323 |
Pese a la difícil situación que supone la salida del mercado de algunas Coopac, es un camino necesario que debe ser transitado a fin de que el sistema esté formado por entidades solventes y probas, logrando un esquema sólido y merecedor de la confianza de los socios ahorristas, refiere la SBS.
En esta línea, en una situación económico-financiera de pérdida total que no puede ser revertida, la aplicación de los regímenes de intervención o disolución de la cooperativa pueden contribuir a reducir las pérdidas para los depositantes, al cambiar la gestión de la entidad y proteger los activos legalmente, sostiene.
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“Mientras la Coopac está operando, los gestores pueden, en representación de la entidad, tomar decisiones que resulten finalmente en un perjuicio para los ahorristas; tales como hacer pagos o adelantos, permitir compensaciones o asumir mayores obligaciones, bajo la lógica de que, ante la pérdida total del capital social, no hay más que perder”, añadió.
Según la SBS, su labor consiste en supervisar a todas aquellas entidades que forman el sistema Coopac, trabajo que ha estado dirigido, principalmente, a que estas entidades ordenen su contabilidad y sinceren su situación financiera; fortalezcan su solvencia y replanteen sus modelos de desarrollo, desde el ámbito de la gestión prudente del riesgo y la auto sostenibilidad; respeten los roles de cada órgano cooperativo; y mejoren sus sistemas de registro y contabilidad, piezas clave para una buena gestión e insumos básicos para la supervisión.