En los últimos años, la adopción del comercio electrónico se ha vuelto crucial para que las pequeñas y medianas empresas (pymes) mantengan su competitividad en los mercados digitales. Abrir un nuevo canal de ventas implica una transformación importante, por lo que es esencial considerar una serie de factores para evitar errores frecuentes.
Hugo Sánchez, CEO de Qlever, sostuvo que algunos directivos subestiman la complejidad que suele estar sujeta a este proceso. “Las empresas que logran integrar eficientemente sus operaciones online y offline, apoyándose en diversas tecnologías -como los ERP SaaS, por ejemplo-, están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del mercado actual y futuro, particularmente durante eventos de alta demanda”, precisó.
Sostuvo que para que el e-commerce sea exitoso se requiere una planificación detallada y una gestión integral y para ello se debe evitar cometer errores comunes y adoptar soluciones tecnológicas avanzadas.
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Cinco errores comunes
Entre los errores habituales identificados, se encuentran:
Gestión de inventarios: Intentar manejar el inventario del e-commerce manualmente o sin integración con el sistema logístico puede llevar a inconsistencias y errores. Para ello, las pyme deben implementar un sistema ERP (preferentemente SaaS) que integre la gestión de inventarios en tiempo real.
Codificación de productos: La falta de coherencia entre la codificación de productos en la tienda online y el inventario físico puede generar confusión y errores en la gestión. Para ello se debe establecer un sistema de codificación unificado que contemple todas las variables del producto (talla, color, modelo, etc.). Esto facilita la gestión durante picos de venta, asegurando que cada producto esté correctamente identificado y disponible.
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Análisis de datos: El desaprovechamiento de la información generada por las interacciones de los clientes en la plataforma online puede resultar en una falta de comprensión de las preferencias y patrones de demanda. Por ello se debe implementar herramientas de análisis de datos (llamados BI: business intelligence) para entender el comportamiento histórico del mercado en bases de datos propias y cruzarlas con otras bases de datos (como por ejemplo la importación de tu competencia).
Planificación de inventarios: No considerar los tiempos de abastecimiento y las tendencias estacionales al planificar el inventario puede llevar a desabastecimientos o excesos de stock. Por ello es importante utilizar datos históricos y proyecciones para optimizar la planificación de compras, con inteligencia artificial.
Logística de última milla: No integrar eficientemente los costos y procesos de envío en la propuesta de valor puede afectar la satisfacción del cliente. Por ello se debe desarrollar una estrategia de envíos que balancee costos, tiempos de entrega y satisfacción del cliente; la cual puede ser con recursos internos o con alianzas estratégicas adecuadas.
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